Las proyecciones indican que el Gobierno quedaría muy debilitado.
El resultado de las elecciones primarias (PASO) en las ocho provincias que elegirán senadores nacionales en noviembre encendió alarmas en el Frente de Todos debido a que si se repiten los números la bancada oficialista perdería seis bancas y dejaría de tener quórum propio.
La coalición Juntos por el Cambio, que tuvo internas entre varias listas de senadores en casi todos los distritos, se impuso en Chubut, Corrientes, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Santa Fe, mientras que el Frente de Todos solo contó dos victorias: Catamarca y Tucumán.
Debido a que cada provincia elegirá en noviembre tres senadores (dos por la mayoría y uno por la primera minoría), el oficialismo perdería dos bancas por Chubut, una por Corrientes, una por Córdoba, una por La Pampa y otra por Santa Fe, si los resultados de las PASO se repitieran en los comicios generales.
Actualmente el bloque del Frente de Todos, que en los hechos lidera la vicepresidenta Cristina Kirchner, tiene 41 bancas, mucho más que las 37 que se necesitan para tener quórum, mientras que Juntos por el Cambio suma 26, incluida la de la aliada santafesina Alejandra Vucasovich.
Esos números cambiarían drásticamente si el oficialismo fuera derrotado de la misma forma en las elecciones de noviembre, dado que perdería seis de los 15 escaños que pone en juego, mientras que el principal interbloque opositor ganaría cinco, lo que dejaría al Frente de Todos con 35 votos propios y a Juntos por el Cambio con 31.
Una derrota fuerte para el oficialismo nacional fue en Santa Fe, donde Juntos por el Cambio ganó con el 40% de los votos y le sacó una significativa ventaja al Frente de Todos, que cosechó apenas el 29,8%.
Ambas alianzas tuvieron internas que, en el primer caso, dieron como ganadora a la lista de Carolina Losada y a Dionisio Scarpin (UCR), que se quedarían con las dos bancas de mayoría mientras que la de minoría sería para Marcelo Lewandowski, el ganador de la primaria del Frente de Todos.
Con ese resultado, se quedaría afuera de la Cámara María de los Ángeles Sacnun, una de las senadoras más cercanas a Cristina Kirchner.
En Diputados
Si los resultados en las elecciones generales del 14 de noviembre se reprodujeran idénticamente, el Frente de Todos cederá, en primer lugar, la mayoría propia en la Cámara alta, ya que perderá seis senadores nacionales.
Se trata de un escenario absolutamente impensado ya que en las semanas previas a las PASO las especulaciones giraban en torno a si el Frente de Todos iba a poder arrimarse al quórum propio en la Cámara de Diputados, pero se descontaba que esa situación de privilegio en el Senado no estaba en riesgo.
Pérdidas
Por si fuera poco, el oficialismo también quedaría relegado en la Cámara de Diputados como primera fuerza, pasando de las 120 actuales a 111.
La alianza Juntos por el Cambio tomaría la delantera como fuerza mayoritaria, llegando a 118 bancas propias, un número muy por encima de las expectativas que le permitirá manejar el quórum en acuerdo con bancadas minoritarias de la oposición.
En la provincia de Buenos Aires, el oficialismo arriesgaba 17 bancas en la Cámara baja, ya que esa era la cantidad de cargos que había obtenido con la elección que traccionó la candidatura a senadora de Cristina Kirchner en 2017, la elección con la que debe cotejarse estos comicios de medio término.
Con el 33,5% de Victoria Tolosa Paz, el Frente de Todos accedería a apenas 14 bancas, sacrificando tres.
La contracara es Juntos por el Cambio, donde ocurre el proceso inverso: pone en juego 14 bancas y cosecharía 17, avanzando así tres casilleros en esta carrera por el control de la Cámara baja.
Otra caso paradigmático del repliegue parlamentario del Frente de Todos es la derrota contra todo pronóstico en La Pampa, con Juntos por el Cambio dando el batacazo por 10 puntos de diferencia.
De esta manera, la principal coalición opositora ganaría una banca en detrimento del Frente de Todos, que la perdería.
En Neuquén, el Frente de Todos se quedaría con las manos vacías si se tradujeran los mismos resultados en la general de noviembre, y de esa manera perdería una banca.
Lo mismo sucedería en Río Negro donde pone en juego dos escaños y sólo obtendría una sola.
Otro distrito donde el oficialismo tuvo un muy duro traspié es la provincia de San Luis, donde la conversión de los hermanos Rodríguez Saá no cayó bien en los puntanos, que los castigaron en las urnas: perderían las dos bancas que pone en juego, mientras que Juntos por el Cambio lograría una banca adicional.
Misiones y Tucumán son otras provincias donde Juntos por el Cambio pudo dar un salto electoral y si repitiese la misma producción en noviembre accederá a una banca adicional por cada uno de esos distritos.
Anoche, a última hora, el FdT logró revertir lo que parecía una derrota en Salta.