Buenos Aires, 22 de noviembre de 2021
Sr. Presidente de la Nación:
La situación en Rosario es de extrema gravedad. Debe tomar medidas de manera
inmediata y deben ser profundas. La Ley de Seguridad Interior le da la potestad para hacerlo.
La vida, la libertad y el patrimonio de los rosarinos y sus alrededores no están
resguardados. Los delincuentes realizan tiroteos en lugares públicos. Para preservar sus derechos a vivir y la plena vigencia de la paz, usted debe de actuar ya y de manera contundente.
El artículo 2 de la Ley de Seguridad Interior lo obliga a resguardar a la población. El artículo 3 le concede la responsabilidad del uso de todas las fuerzas necesarias.
Convoque, de acuerdo al artículo 13 de la ley, a un Comité de Crisis, para cesar con las balaceras y tiroteos que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos. Hágalo de manera inmediata.
Ponga en funcionamiento la Dirección de Inteligencia del artículo 16, a los efectos de determinar las bandas, sicarios y demás modalidades delincuenciales que están asolando Rosario y sus alrededores.
Si las Fuerzas Federales no alcanzan para cumplir su cometido de asegurar la vida de los ciudadanos, aplique el artículo 27, para que las Fuerzas Armadas apoyen las operaciones de seguridad interior mediante las afectaciones de logísticas, transportes, comunicaciones, arsenales y demás elementos necesarios dispuestos en la Ley de Seguridad Interior.
El pueblo de Santa Fe, y especialmente la ciudad de Rosario, no puede vivir lo que está viviendo. Los ciudadanos son tiroteados en cualquier lugar, en cualquier circunstancia y bajo la modalidad de motos o autos que recorren la ciudad sin freno y control alguno.
Se necesita un plan táctico operativo urgente, que revise todos los vehículos, impida la circulación de motos con dos personas, con retenes en toda la ciudad y que dé con los delincuentes armados.
Se ha llegado a un punto inaceptable e insostenible.
Como Presidenta del PRO, y especialmente como conocedora del tema, le pido que no pierda un segundo más. Tome decisiones YA.
Patricia Bullrich
CARTA ORIGINAL