Mucha controversia se generó a raíz del proyecto de ley que presentó el Frente de Todos para implementar, entre otras medidas, un “impuesto al envase”. La coalición gobernante recibió críticas de los espacios políticos opositores, pero también de las empresas. Es por eso que en las últimas horas, distintos dirigentes oficialistas salieron a defenderse por la iniciativa, que será tema de debate en el Congreso de la Nación.
Según sostuvieron algunos legisladores del Frente de Todos, el prroyecto de Ley de Envases no crea “un nuevo gravamen”, sino que se trata de una tasa ambiental que tendrán que pagar aquellas industrias que elaboren envases que no se puedan reciclar. La iniciativa generó fuertes controversias con los sectores de la industria y de la oposición, que anticipó su rechazo al texto impulsado por el Poder Ejecutivo.
Frente a ello, el diputado nacional del Frente de Todos, Itai Hagman, detalló que el proyecto “busca resolver el problema con un doble objetivo: a través de la tasa variable al productor, desincentivar el uso de los envases más contaminantes”. Sobre ese punto, afirmó que “es importante recalcar que la tasa puede ser cero si las empresas utilizan materiales 100% reciclables o si tienen un sistema propio de reciclado de sus envases y, si no, es una tasa que crece a medida que crece el impacto ambiental negativo del material que se usa para el envase”.
Hagman remarcó que el segundo objetivo “tiene que ver con financiar el sistema de reciclado que llevan adelante los recicladores urbanos que es muy importante porque genera puestos de trabajo y permite además generar un insumo muy importante para la industria”. Y agregó: “Hoy la Argentina importa material reciclado y con este proyecto no solo se genera trabajo, sino que se permite abastecer la industria local de material reciclado”.
Por su parte, Federico Fagioli, diputado del Frente Patria Grande, apuntó que “está claro que el lobby empezó, que ciertas empresas y ciertos sectores mienten para no pagar, que no hay interés por el impacto socioambiental que ellos generan. No quieren hacerse responsables”. Y dijo: “El proyecto no es un impuesto, es una tasa ambiental, contemplada en el derecho ambiental, y se calcula según el envase que se utilice de acuerdo a la Unidad de Gestión del Envase. Cuanto más amigable con el ambiente sea el envase, menor será la tasa”, precisó.
Según Fagioli, “este proyecto es positivo porque reduce el impacto ambiental, genera financiamiento para que los municipios puedan gestionar los residuos y porque amplia derechos para los más de 200.000 cartoneras y cartoneros que hoy permiten que el sistema no colapse”. “Esperemos que las diputadas y diputados de la oposición estén a la altura y no cedan ante el lobby”, apeló.
Por último y como representante del Gobierno nacional, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky, indicó: “Lo que estamos buscando con la ley de envases es que si un productor coloca un producto en el mercado debe hacerse responsable cuando este se convierta en residuo”, explicó, al señalar que “el 25% de la basura del país son envases y sólo se recicla el 8%. Esto lo paga la sociedad con deterioro ambiental”.
“Acá el que pone un envase que se va a convertir en basura tiene que pagar. En las críticas se señala falsamente que esto es un impuesto. Es una tasa que tiene una contraprestación», precisó Federovisky en declaraciones a radiales, al tiempo que juzgó “necesario que haya sistemas de gestión para que la basura se reutilice como materia prima en la industria, y esto necesita una inversión”.
Qué dice el proyecto
La iniciativa ingresada por el Poder Ejecutivo apunta a promover la gestión de los envases en todo el territorio nacional, prevenir y reducir su impacto sobre el ambiente y en la salud de las personas y promover la responsabilidad de las y los productores en la gestión. En tanto, el punto que generó mayor controversia fue la creación de una tasa ambiental.
La misma sería abonada por los productores responsables de los envases puestos en el mercado y la generación de un sistema propio de recolección y reutilización. Con lo recaudado por ese pago se creará un fideicomiso administrado por la banca pública, destinado a fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases, promover la inclusión de recicladores, impulsar la valorización de los envases y fomentar el desarrollo del ecodiseño.