El exsecretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación rechazó acusaciones en su contra durante una nueva declaración indagatoria a la que fue convocado este lunes. Reclamó que «se den por caídos» los acuerdos con los empresarios arrepentidos.
Roberto Baratta, exsecretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación, sostuvo que el llamado caso «Cuadernos» es una «muestra de una persecución infamante» y reclamó que «se den por caídos» los acuerdos con los empresarios arrepentidos que declararon en la causa.
Baratta rechazó acusaciones en su contra durante una nueva declaración indagatoria a la que fue convocado este lunes a la mañana en una parte de la causa que aún permanece bajo investigación en el Juzgado Federal 11, que subroga el juez Julián Ercolini, informaron fuentes judiciales.
«Los acuerdos con arrepentidos deberían darse por caídos», señaló el exfuncionario de la cartera de Planificación Federal durante el kirchnerismo en un escrito entregado al juez Ercolini.
Baratta se presentó al trámite, que se hizo se manera virtual, a través de la plataforma Zoom y entregó un escrito en el que sostuvo que la Justicia insiste en una «persecución indebida» hacia su persona.
La nueva indagatoria «insiste en la persecución indebida», cuestionó al argumentar que el Juzgado Federal 11 «no tiene jurisdicción en los hechos del caso, porque los ha elevado a juicio o competen a otra autoridad»
En el escrito, Baratta calificó de «ilegal» la actuación en la causa «Cuadernos» y las que «se pretendieron conexas».
«Vuelvo a negar una vez más cada uno de los hechos que me imputan», agregó en relación a las acusaciones por supuesto cobro de sobornos a empresarios, que se basan en las supuestas anotaciones del chofer Oscar Centeno y a dichos de «imputados colaboradores» en la causa que llevó inicialmente el fallecido exjuez federal Claudio Bonadio y cuya parte principal ya fue enviada a juicio ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 7.
«Respecto de las declaraciones actuales de distintos imputados, advierto que sus cambios y contradicciones con las anteriores se dan por el actual contexto, diferente con aquel de la extorsión en que se concretaron», planteó Baratta.
En tanto, sobre la gestación de la causa «Cuadernos», aseguró que ese expediente se inició «cuando el fiscal (Carlos Stornelli) blandía en 2018 su sortija, para que se involucrara en supuestos delitos a Néstor Kirchner o a Cristina y a quienes fuimos sus funcionarios«.
Baratta recordó que «aún se mantienen en el trámite las agraviantes consideraciones del extraviado juez Bonadio respecto de Néstor (Kirchner), cuando ya había fallecido y no podía defenderse» y entendió que «todo este caso es la muestra de una persecución infamante».
El exfuncionario insistió en que la «práctica extorsiva obtuvo declaraciones sin el debido registro y falsas, sin respaldo probatorio»
Empresarios cuestionados
Al respecto, cuestionó los dichos de los empresarios Carlos Wagner y Hugo Dragonetti, que en el caso declararon como arrepentidos, entre otros.
«Por ejemplo, Dragonetti, que vuelve a mentir, de la misma forma que lo hizo antes, ya que nunca recibí dinero de su persona, ni de su hijo, ni de su empresa, y esta gran mentira queda reflejada en las distintas planillas presentadas por (Ernesto) Clarens».
Clarens es un financista que figura como imputado colaborador en la causa y entregó al Juzgado anotaciones en planillas sobre presuntos pagos de empresarios vinculados a la obra pública, presuntos registros que fueron utilizados para esta nueva ronda de indagatorias.
Dragonetti, «ahora, en su nueva declaración, aclara que yo no tenía ninguna injerencia en las obras de su empresa y que hablábamos de política y otras cosas en una relación siempre cordial», reprochó Baratta en el escrito que presentó junto a su abogado Alejandro Rúa.
También cuestionó los dichos del imputado colaborador Alberto Taselli, a quien desmintió en el escrito que firmó junto a Rúa.
«Nunca recibí dinero en ningún concepto y (Taselli) sigue sin poder aportar ninguna información ni prueba que respalde sus dichos», afirmó.
«Así, en su ‘acuerdo de arrepentido’ con el fiscal, se comprometió a aportar información sobre supuestos sobreprecios en distintas licitaciones de la puesta en marcha de ‘Atucha 2’ o sobre supuestos negociados en el alquiler de pequeños generadores de electricidad, acusándome de toda esa operatoria en la que no participé y nunca presentó prueba o documentación alguna que pueda respaldarlo», insistió Baratta al referirse a Taselli.
«Fue a Wagner a quien le encontraron una cuenta bancaria oculta en Suiza con millones de dólares«, sostuvo en relación a Carlos Wagner, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción y otro de los empresarios arrepentidos en esta causa.
«Las imputaciones siguen sosteniéndose en sus dichos acomodaticios y sin respaldo, en los que tratan de mejor amoldarse frente a la acusación amañada. En tales condiciones, además, los acuerdos con arrepentidos deberían darse por caídos», reclamó Baratta en el escrito.