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El ministro de Gobierno y Trabajo del Chaco, Juan Manuel Chapo, es uno de los intocables del gabinete provincial del gobernador Jorge Capitanich, que lo tiene en alta consideración incluso desde la gestión municipal en Resistencia. Pero usaría recursos del estado, en pos de mantener esa “alta consideración” de un supuesto electorado.
Vale recordar que Chapo formó parte del equipo de trabajo del municipio cuando “Coki” era intendente y desde allí se precandidateó para jefe comunal en 2019, pero no le dio la nafta en la división interna cuando tuvo que verse las caras con Rodrigo Ocampo (actual diputado provincial) y quien finalmente contó con la venia de “Coki”, el actual presidente del Instituto de Desarrollo Urbano y Viviendas, Diego Arévalo.
Tras esta “derrota interna”, que luego también se traduciría en derrota para Arévalo ante el actual intendente de Resistencia Gustavo Martínez, Chapo tuvo que conformarse con pasar a integrar el equipo de gestión de Capitanich, quién lo designó como ministro de Gobierno y Trabajo. Puesto en el cual tiene una lapicera bastante pesada que utilizaría en beneficio propio.
Luego de un episodio violento en abril de 2021, donde recibió un sillazo por parte del referente social Gustavo “Mamu” Monzón, Chapo bajó un poco el perfil que lo tenía en primera plana, ya que venía de protagonizar la novela que sufrió el gobierno provincial cuando despidió al ex subsecretario de Prevención y Seguridad en Abordaje Territorial, Gustavo Olivello.
A pesar de todo esto, Chapo siempre fue del riñón de Capitanich, algo que le ha dado carta blanca para manejar los fondos y las firmas a gusto y placer. Tal es así, que destinaría fortunas mensuales a fundaciones y organizaciones sociales exclusivamente para que “les hagan el aguante” a él en los diversos actos y actividades que lleva adelante.
Para destacar que, entre los nombres de los movimientos sociales que se verían beneficiados con estos fondos, figuran organizaciones que habitualmente marchan por las calles del microcentro de la ciudad, como lo son las fundaciones Roca Sólida, Cumpliendo Metas, Romano y la cooperativa de trabajo Juan Pablo II, entre otras.
Según los detalles de registros del ministerio de Gobierno y Trabajo, sólo entre estas cuatro organizaciones, se repartirían más de 10 millones de pesos, ya que fundación Romano mensualmente percibiría 2.340.000.00 pesos; Roca Sólida unos 6.240.000.00 pesos; la cooperativa Juan Pablo II recibiría 291.961 pesos mensuales y la fundación Cumpliendo Metas otros 1.921.667 pesos.
Claro está, que estas cuatro organizaciones no deben ser las únicas beneficiarias, pero también está claro que de contar con esos fondos para destinar al seguimiento mensual de gestiones o de campaña, cualquier político podría ganar las elecciones del 2023. Por lo pronto, Chapo ya comenzó con la billetera del estado.
