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El edil de Caxias do Sul, a 600 km de Misiones, señaló que “los que tienen trabajadores argentinos sólo aplauden, porque son limpios, cumplen horario y agradecen al patrón”. En cambio, criticó a los bahianos que “viven de la playa y el carnaval”.
Un concejal y empresario agrónomo del Estado de Río Grande do Sul (Brasil), limítrofe con la provincia de Misiones, recomendó contratar peones rurales argentinos porque no se quejan de las condiciones extremas de trabajo, al mismo tiempo que criticó a los bahianos (habitantes del Norte) porque solo quieren vivir de la playa y el carnaval.
Las declaraciones fueron efectuadas en la Cámara de Vereadores del Municipio de Caxias do Sul, lo que vendría a ser como el Concejo Deliberante para los municipios argentinos; en el marco de una discusión por las condiciones de semi esclavitud de un grupo de trabajadores rescatados de los campos de producción de la región.
La polémica llegó enseguida hasta Misiones, donde los empresarios rurales vienen planteando quejas, desde hace varios años, porque no consiguen peones para trabajar en la cosecha de yerba mate, cítricos y té. En principio, dicen que la gente prefiere los planes sociales antes que el trabajo en blanco y solo aceptan trabajar “en negro” para no perder los beneficios. El problema se agudizó en los últimos tiempos por el fuerte valor que tiene la moneda brasileña (el real) que llega a casi 80 pesos al cambio blue y tienta a los peones argentinos a migrar como “golondrinas” al sur brasileño.
Que contraten argentinos
El que disparó las declaraciones y estalló la polémica fue el concejal Sandro Fantinel (Partido Patriota), quien fue acusado de xenofobia contra los bahianos en la sesión del martes 28 de febrero cuando pidió que los empresarios agrícolas de la región no contraten “a esa gente de arriba”, en referencia a los habitantes de Bahía, Río de Janeiro y otras regiones del norte brasileño.
El empresario bolsonarista, que oficia de vocero del sector agroexportador, cargó contra las autoridades por los operativos de fiscalización de trabajo esclavo en la región, y dijo que “debe servir de lección” y que era seguro que pasaría eso por haber contratado a los “bahianos”.
“Háblenme; hagamos una fila y contratemos a los argentinos. Todos los campesinos que hoy tienen argentinos trabajando sólo aplauden”, dijo.
Luego comparó: “Son limpios, trabajadores, correctos, cumplen horario, mantienen la casa limpia y cuando terminan, todavía agradecen al patrón por los servicios prestados y por el dinero que recibieron. En ningún lugar del Estado hubo problemas con los argentinos”.
Y cargó contra sus compatriotas del norte al señalar que “para los bahianos la única cultura que tienen es vivir en la playa tocando tambores. Dejad de lado a esa gente que está acostumbrada al carnaval y a las fiestas, para que no os vuelvan a molestar”.
Faltan peones en Misiones
Sergio Dellapierre, empresario del rubro agrícola de Misiones, señaló que es cada vez más grave el problema en los campos para conseguir peones rurales. En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, señaló: “No tengo la cantidad de gente que lo hace, pero he tenido diferentes relatos de productores, los cuales varias veces estuvieron convocando a gente para trabajar acá en el Alto Paraná. Los trabajadores dicen ‘nosotros no podemos dejar de cobrar los planes, ya que tenemos el riesgo de que después nos dejan sin el plan y no nos queremos blanquear’”.
Luego, agregó: “Hace un mes estuve varado varias horas en la frontera, más precisamente en Alba Posse, cuando intentaba cruzar al Brasil. Ahí estuve esperando pasar del otro lado junto a unos 20 jóvenes misioneros que se iban con sus mochilas a trabajar a Brasil, más precisamente a la cosecha de uvas, por el lapso de dos meses. Había dos mujeres argentinas, también, que al parecer conducían este grupo y tuve la oportunidad de conocer dicha situación en primera persona”.
Por otra parte, recordó que “merced a otro argentino que dialogó con ellos pudieron saber que les pagaban en reales; y que los contingentes se iban por un determinado tiempo. Algunos lo hacían por un mes, otros por seis meses, e incluso muchos de ellos tenían planes sociales que cobraban en Argentina”.
