La obra de la comisaría en el sector poblacional Pindapoy de la localidad de San José ya tiene el proyecto edilicio aprobado y ahora está en la actualización de los costos para dar lugar al comienzo de la construcción, en tanto que están en etapa de inicio los trabajos de empedrado y cordón cuneta, de un poco más de cinco cuadras en el Barrio 9 de Julio de esta comuna.
Empedrado
El titular del Instituto de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), Juan Carlos Pereira y el intendente de San José, José Tenaschuk, suscribieron el convenio para la ejecución de los trabajos de cordón cuneta y empedrado en el Barrio 9 de Julio, en las que se unirán las calles San Miguel y Areco; lo que permitirá -por un lado- la conexión con la Avenida del Trabajo (donde se encuentra la terminal nueva) -y por otro- con el casco céntrico; esto beneficiará -en forma directa- alrededor de 30 familias que residen en la zona.
En el marco de este encuentro -también- se oficializó el cierre de obra de la primera etapa de las tareas de cordón cuneta y empedrado en Pindapoy.
Comisaría para Pindapoy
Pindapoy es un barrio de San José de mucha tradición y arraigo, debido a que allí se hallaban las estaciones de trenes de pasajeros y de carga, y la empresa Pindapoy (marca emblemática de fabricación de jugos), esta implicaba una sustancial fuente laboral para los lugareños hasta que cerró a principios del 2000.
Actualmente, el barrio vuelve a crecer y a desarrollarse, considerando que cuenta con un aserradero de importantes dimensiones, que, con la asistencia del Gobierno Provincial, pudo obtener créditos y subsidios. Posee, también, entre otras instituciones, una escuela primaria y otra primaria/secundaria para adultos, un jardín de infantes, una
cooperativa de agua, y un club de fútbol. Resta la seguridad, dado que el destacamento policial que existía en los años 90 fue siniestrado en un incendio, y hasta la fecha no se pudo construir otro.
“Por ende, es de gran utilidad brindar al vecino de Pindapoy la posibilidad de tener una comisaría, cuyo radio de cobertura abarcará -principalmente- la parte de Romero Cue, caracterizado por ser una zona rural de yerba, plantaciones de pino, eucalipto, y mucho ganado, -lo cual la torna una zona difícil por la actividad delictiva-, el barrio María Auxiliadora, y la Sierrita de San José, que limita con Fachinal”, comentó el jefe comunal local.
Regulación dominial
Con respecto a los abordajes desarrollados a través del Programa de Regularización Dominial que instrumenta el Instituto, en el municipio de San José, se destacan, principalmente, los referentes al Programa de Mediación y Regularización de Tierras, que permitieron pasar a la formalidad a casi 65 familias del Barrio San Martín.
Se trata de terrenos ubicados en la zona de acceso al pueblo, asentados en una propiedad privada, desde hace más de 15 años -en algunos casos, otros menos- familias carenciadas (lugareños y venidos de otras provincias) que se fueron asentando paulatinamente en el predio. Durante el año 2019, se realizaron los Boletos de Compraventa, pactándose cuotas sociales. Por ende, en este marco, se está en condiciones de comenzar con las escrituraciones, tras haber cancelado las cuotas varias de esas familias, y tras haberse aprobado también el Plano de Mensura, reseñó el escribano, Marcelo Castro del IPRODHA.
En otro acuerdo con la Municipalidad de San José, que se rubricara en octubre del año 2021, y que ya cuenta con Plano de Mensura aprobado por medio del Instituto, se realizó, con el equipo de Trabajo de Campo del organismo, el relevamiento del estado ocupacional y la situación contextual de cada familia, “lo cual habilitará al siguiente paso, en el que se otorgarán los Boletos de Compraventa a casi 85 familias que -estimativamente- habitan 10 hectáreas de un terreno de titularidad de la Municipalidad local en el asentamiento denominado `Barrio Nuevo’,
Los vecinos cuentan con una antigüedad de más de 10 años en la ocupación”, indicó Castro.
Entre ambas regularizaciones intervenidas, se dan soluciones habitacionales a más de 150 familias sanjoseñas. Esta normalización dominial permite, sobre todo en el espacio que era privado, dar la oportunidad al Estado, de optimizar la infraestructura, es decir, ingresar los servicios públicos de agua, luz y transporte, y también así, el mejoramiento de calles y veredas.