Los hermanos Rodríguez Saá, enemistados por una cuota de poder

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Si bien el distanciamiento entre los hermanos Rodríguez Saá data de varios años atrás, hasta hace muy poco mantenían una tensa convivencia dentro del mismo espacio nacional. Pero, en las últimas semanas, los hechos se precipitaron.

Alberto Rodríguez Saá se acercó al espacio de centro creado por Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey, con la consigna «Ni con los K ni con el Frente de Todos».  Ahora fue el turno de Adolfo Rodríguez Saá, quien anunció que bajará su propia lista en la que se presentaba como candidato a gobernador para sellar una alianza con la versión puntana de JxC: Cambia San Luis.

De este modo, los dos lemas principales que quedan en carrera son Unión por San Luis, en representación del oficialismo local, y Cambia San Luis, por la oposición, y que articulan a la mayoría de los partidos políticos de la provincia. De aquí hasta el 11 de junio, fecha pautada para las elecciones provinciales, habrá escándalos y fuegos de artificio al por mayor.

La decisión de Adolfo se fundó en la comprobación de que no le daba el combustible para desplazar a Alberto de la gobernación provincial, y que el daño que podría causar sería mucho mayor al sumarse al lema opositor, que incluye, entre otros, al Pro, Libres del Sur, la Unión Cívica Radical (UCR) y el GEN.

Adolfo había lanzado en enero su candidatura a gobernador, pero Alberto -como presidente del PJ provincial- le bajó el pulgar, por lo que el conflicto entre ambos se potenció. El candidato designado por Alberto es Jorge «Gato» Fernández, un ex juez del Tribunal Supremo provincial.

Al momento del lanzamiento de su propia candidatura para confrontar en la interna del PJ, en el mes de enero, Adolfo había denunciado: «Si somos una auténtica expresión del justicialismo, ¿por qué no permiten que el movimiento se reúna y resuelva quiénes son los candidatos?». El hermano rebelde había sido expulsado del partido en 2019 y, a principios de este año, le había dado plazo a su hermano hasta el 15 de febrero para recuperar su condición de afiliado.

Pero Alberto no lo tuvo en cuanta, por lo que Adolfo decidió dar el salto hacia la coalición opositora. Fuego contra fuego. La política puntana es un hervidero de impredecibles consecuencias.

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