La Corte Suprema de Justicia rechazó por unanimidad el pedido de cambio de género en el acta de bautismo, pedido por Aba Rueda, empleada trans de la Cancillería.
Luego de presentarse ante el arzobispado de Salta solicitando se modificara su género en su acta de bautismo, donde figura como hombre pero se autopercibe mujer, Aba Rueda, quien ocupa el cargo de representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad del ministerio dirigido por Santiago Cafiero, recurrió al máximo tribunal.
La iglesia sostuvo en su respuesta que la demandante no puede someter a la institución “a imponer la negación de la realidad, que consiste en que al tiempo de su nacimiento, y de su bautismo, era una persona de sexo masculino”.
De la misma forma, y por unanimidad, los jueces de la Corte Suprema sostuvieron: “No es posible imponer a una autoridad religiosa, en el caso, la iglesia católica, la procedencia y el modo en que debe registrar o modificar el registro de un sacramento pues ello conllevaría a una inadmisible intromisión del estado en el ejercicio de un culto y, por ello, una violación de la libertad religiosa garantizada por la constitución nacional”.
Al tiempo que sentenciaron que “el principio de neutralidad del estado en materia religiosa no solamente impide que el estado adopte una determinada posición religiosa -o bien la de los no creyentes, que no sustentan ni niegan idea religiosa alguna- sino que también le impone tolerar el ejercicio público y privado de una religión, exigencia que –como regla- fulmina cualquier intento de inmiscuirse en los asuntos que no exceden del ámbito de la competencia de la iglesia en cuestión”.
De esta forma, y amparados en los artículos 14 y 19 de la constitución nacional, que refieren a la libertad de culto y de conciencia, denegaron la solicitud realizada por la funcionaria de Cancillería, que permanecerá inscripta en los libros eclesiásticos con su nombre real.