Luego de dos ruedas de aumento frenético, y tras doce jornadas consecutivas de anotar subas diarias, el dólar blue terminó en baja y salió de la zona de máximos que había tocado el martes, al cerrar en 474 pesos.
Un día atrás, cuando el precio del billete en la calle había rozado una nueva marca psicológica de 500 pesos, el ministro de Economía, Sergio Massa enloqueció ante la situación y tomó la desesperada medida de frenar todo. ¿Cómo? Simple, saliendo con una batería de herramientas para intentar ponerle freno a la corrida.
Massa se apalancó en tres pilares: por un lado, autorizó al Central a vender dólares de sus reservas para salir a comprar bonos y así frenar la disparada de los tipo de cambio financieros.
Por otro lado, aseguró que iban a «llegar dólares frescos», mientras renegocia nuevos términos para el acuerdo con el Fondo Monetario. Por último, informó que iba a utilizar la Justicia Penal Cambiaria para detener cualquier intento desestabilizador por parte del mercado. También subió la tasa que paga por nueva deuda que tomó en pesos.
El combo de medidas surtió efecto, al menos este miércoles, aunque el mercado aún duda si este será momentáneo o se podrá sostener en el tiempo, algo que todos sabemos que es imposible para un Gobierno que lo único que hace es seguir fracasando.
Se trataba de una jornada bisagra además, ya que el Tesoro tenía por delante el vencimiento de deuda más alto de toda la gestión de Alberto Fernández, que rozaba el 1 billón.
La Secretaría de Finanzas salió entonces a convalidar tasas más altas, con un rendimiento efectivo anual de hasta 135,5 por ciento y logró una renovación por el 119 de lo que se licitaba.
El Banco Central, con el aval del massista Lisandro Cleri, habría salido a vender dólares de sus reservas mientras que otros organismos oficiales, como puede ser el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSeS, habrían comprado bonos en pesos, de manera de arbitrar los precios de las operatorias del contado con liquidación y el dólar MEP.
«El Gobierno habría cambiado el método de intervención. En vez de solo salir a vender nominales contra pesos, salieron a comprar bonos contra dólares para suavizar la suba del CCL. En otras palabras, veíamos que la venta de títulos la realizaban contra pesos, lo que genera un efecto efímero en los dólares financieros y derrumba la paridad de los bonos», explicaron en un informe para sus clientes en PPI.
Lo “gracioso” es que, ante la consulta de diferentes medios al Banco Central sobre estas intervenciones, fuentes de la autoridad monetaria se negaron a hacer comentarios al respecto.
En el mercado advirtieron que la única forma de bajar los precios de los dólares financieros era tirar al mercado dólares genuinos y esa fue la jugada de Massa en las últimas dos ruedas.
Sin embargo, el efecto en precios se vio solo en el dólar MEP o bolsa, que terminó con un leve descenso de 0,2 por ciento a 446,43 pesos. Por el contrario, el contado con liquidación trepó un 0,7 por ciento y volvió a quedar a orillas de los 470.
«Es probable que las intervenciones con dólares continúen para mantener bajo control la dinámica de los dólares financieros. Sin embargo, mantener este esfuerzo por varios días más puede tener un costo importante para las reservas, variable sobre la cual justamente existe un profundo temor dado su bajo nivel», advirtieron en Delphos.
Para dar una señal de solidez en las reservas, después de meses de negociaciones, el ministro de Economía anunció que como parte del intercambio de monedas con China, se activó la posibilidad de pagar importaciones directamente con yuanes, de manera de no alterar el stock de dólares del Central.
Pese al anuncio, que aliviará las reservas del Central en el corto plazo, el organismo terminó con un saldo saldo negativo por sus intervenciones en el mercado de cambios. Pesce volcó 84 millones de dólares en el segmento mayorista para satisfacer la demanda de los importadores. Ese rojo se morigeró en parte por los ingresos del «dólar agro», que este miércoles totalizaron 35,4 millones de dólares.
De esta manera, el Central terminó con un rojo de 49 millones de dólares y no consigue afianzar su posición compradora de divisas. Para Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group, «en la medida en que las liquidaciones del agro no se transformen en compras concretas del Central, las mismas liquidaciones encontrarán un techo».
Al mismo tiempo, como una forma de contener la disparada de la brecha cambiaria, el organismo volvió a avalar una suba más rápida del tipo de cambio oficial. Esta vez dejó correr al dólar a un ritmo que, mensualizado, toca el 9,6 por ciento.