La secretaria de Innovación Pública de la Nación destacó la incorporación de 17 millones de usuarios a la aplicación Mi Argentina durante su gestión y opinó sobre el crecimiento de la inteligencia artificial
Micaela Sánchez Malcolm, secretaria de Innovación Pública de la Nación, fue quien lideró durante la actual gestión la modernización de las aplicaciones gratuitas que ofrece el Gobierno y tuvo un rol importante durante la pandemia, cuando encabezó el equipo que en tiempo récord lanzó la app Cuidar, la cual permitía hacer un autodiagnóstico para detectar posibles casos de coronavirus y llevar el permiso de circulación en el celular.
En diálogo con Infobae, la funcionaria aseguró que su organismo trabaja “continuamente en la reducción de las brechas tecnológicas”, opinó sobre el crecimiento de la inteligencia artificial, su uso en el Estado y sus posibles peligros, y anticipó las próximas innovaciones que piensa presentar en los próximos meses.
-¿Cómo fue el proceso para adaptar las aplicaciones del Gobierno a las necesidades de la pandemia?
En el marco del inicio de nuestra gestión empezamos a trabajar para mejorar la performance de la app Mi Argentina, que tenía problemas en la arquitectura, en los códigos, porque, por ejemplo, permitía hacer propaganda oficial. Lo primero que hicimos fue ordenarla, limpiar el código, y eso nos permitió crecer al punto de llegar a tener 20 millones de usuarios, de los 3 millones que tenía cundo asumimos. Cuando llegó la pandemia, lo que hicimos fue crear una app específica, que es Cuidar, la cual se diseñó en tiempo récord, con la colaboración del Conicet, de fundaciones y de varias empresas privadas que actuaron de forma colaborativa y gratuita para, en tiempo récord, poner en funcionamiento esta aplicación que facilitaba todo lo que tenía que ver con la portación de los permisos de circulación, los trámites para sacarlos y el autoanálisis para detectar posibles infecciones.
-¿Cómo fue el trabajo en conjunto con el sector privado?
-La realidad es que fue una situación de excepción, pero fue un buen trabajo, ellos se pusieron a disposición de forma colaborativa, sumándose al Conicet y a las fundaciones. Teníamos reuniones virtuales todas las mañanas, de lunes a lunes, para lograr los avances lo más rápido posible y en menos de un mes la tuvimos en funcionamiento.La funcionaria recordó cómo fue el desarrollo de la app Cuidar
–¿Para qué se puede usar actualmente Mi Argentina?
Luego de la pandemia, la aplicación Cuidar ya no tenía sentido, por lo que la dimos de baja y lo que hicimos fue ampliar y actualizar Mi Argentina. Hoy la aplicación integra una gran cantidad de funcionalidades, como la posibilidad de registrar distintos documentos; utilizar una gran cantidad de herramientas; portar el certificado de discapacidad; realizar el trámite para la excepción del pago del peaje por discapacidad en un click, entre muchos otros trámites; tener las identificaciones personales, gracias a la ayuda del Renaper; con el Ministerio de Salud también trabajamos para organizar los turnos de las vacunas para el COVID; se puede pedir turnos para distintos organismos del Estado, en fin, hemos ampliado sus funcionalidades.
-¿Pueden aparecer nuevas funcionalidades en la app?
-Actualmente, estamos trabajando en una nueva versión de la app, sí, que esperamos estar lanzando en aproximadamente dos meses y que va a contar con mejoras en lo que respecta a la funcionalidad, a la arquitectura de la app, al registro de los documentos del Renaper, entre otras cuestiones.Durante su gestión, se actualizó la aplicación Mi Argentina
-Recientemente, la Secretaría presentó Tina, ¿qué cosas puede hacer?
-Tina es un chatbot basado en Inteligencia Artificial y está dentro de la aplicación Mi Argentina, por lo que forma parte de todo el ecosistema destinado a la ciudadanía que ponemos a disposición desde el Gobierno. Con Tina se puede acceder a casi 300 trámites del Estado Nacional, es un chat único que permite sacarse inquietudes a partir de que brinda información de manera ágil y rápida, además de dar acceso a tramitaciones y soportar diferentes tareas. Además, fue un desarrollo realizado por un equipo compuesto íntegramente por mujeres y es el único chatbot de sus características en el mundo, porque existen otros parecidos en ciudades, pero ninguno en los estados nacionales.
-En este mundo globalizado y digital, ¿qué importancia cree que tiene el acceso a la tecnología para la población?
-Uno de los primeros lineamientos que nos planteamos en esta gestión, desde que comenzamos, es que no hay innovación tecnológica sin inclusión, por lo que todas las políticas que fuimos llevando adelante siguieron ese camino, y así fue como llegamos a la exposición “IT Joven”, que terminó en estos días, a la presentación de “Mi pueblo conectado”, que también fue hace poco. Estamos trabajando continuamente en la reducción de las brechas tecnológicas, que entendemos que son multicausales y tienen muchas aristas, porque tenemos brechas en lo económico, en lo social, en lo generacional, en el uso, de género. Nosotros tratamos todos los días de generar condiciones de acceso a la conectividad cada vez más equilibradas.
-Otro tema de debate en el último tiempo es el de la inteligencia artificial y sus alcances. ¿Qué posibilidades cree que le puede traer a los Estados esta tecnología y hasta qué punto hay que ser cauteloso?
-En términos prácticos, existen diferentes motores que ayudan a, por ejemplo, el procesamiento de los datos del Estado Nacional, o que son diseñados y aplicados en el marco del Gobierno, y que suelen dar mayor agilidad, más rapidez en la carga de los datos, en la toma de decisiones o en las mediciones vinculadas a suelos, al agua, a los recursos, que derivan en una mejor administración. Hoy, el desarrollo de diferentes motores también supone una mirada crítica, analítica, respecto de las posibilidades, pero también de los cambios de paradigmas que se generan y que nos obliga a mirar y atender algunos problemas, como establecer cuándo son hechos verídicos y cuando solo parecen ser verídicos, pero no lo son. Por ejemplo, determinar si un arresto fue verdad, o si el Papa usó o no una campera llamativa, o si una persona fue secuestrada o no. Hubo un caso muy emblemático en Estados Unidos, en el que delincuentes utilizaron la inteligencia artificial para cometer un intento de secuestro, finalmente ese falso secuestro no prosperó, pero eso nos muestra que es importante chequear si es real lo que pasa. Lo mismo cuando aparecen imágenes de personas, hoy hay campañas publicitarias en las que la marca usa la imagen de personas que no existen; también tenemos las experiencias de robots respondiendo consultas que, en teoría, son más efectivas que las personas para detectar el problema por el que está pasando esa persona, que pueden ser más empáticas con solo escuchar 22 palabras. Son todas cosas que se están estudiando y que se vienen dando, pero que también nos obligan a pensar sobre los nuevos paradigmas.La funcionaria destacó la posibilidad que brinda la utilización de la inteligencia artificial, pero resaltó la importancia de «atender a los nuevos paradigmas que se generan» con ella
-¿Esto podría conllevar también algún peligro nuevo, teniendo en cuenta que en el Estado se maneja información personal de los ciudadanos, en muchos casos?
-A diferencia de lo que ocurre en el sector privado, en el Estado hay un permanente entrecruzamiento de datos, el caudal de información que se maneja es mucho y todo el tiempo hay datos personales. La realidad es que nosotros estamos obligados a registrar cada dato que nos llega, a ponerlo en un catálogo, a eliminar todo tipo de información cuando ya no es necesaria, con lo cual, hay mucho control. Ahora hay un proyecto nuevo de ley que busca, justamente, el resguardo de los datos personales, de manera tal que se pueda hacer un buen uso de esa información, para generar políticas públicas, pero siempre teniendo en cuenta la preservación de los datos personales.