A menos de una semana de la fuga de cuatro jóvenes, entre los que se incluyó a uno de los imputados por el homicidio del empresario Andrés Blaquier, otro menor volvió a escapar del instituto de menores de Lomas de Zamora.
Según explicaron trabajadores del centro, momentos antes, el joven, de apellido Berón, se encontraba participando de un taller de teatro y, sin que nadie lo advirtiera, abandonó el lugar caminando, haciendo uso de una de las puertas de entrada.
Una vez más, la pobrísima gestión del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA), ubicado dentro de la órbita del ministerio de Desarrollo de la Comunidad que conduce Andrés Larroque, queda al descubierto. Es que, desde su asunción como ministro, los escándalos, las fugas, los motines y el descontento entre los trabajadores, se convirtió en una postal asidua dentro del área.
Sin embargo, no todas son críticas dentro de la gestión de Larroque y del gobernador Axel Kicillof. Entre los agentes del OPNyA no dejan de sorprenderse por el increíble blindaje mediático que han sabido construir a fuerza de dinero, evitando que los medios se refieran a lo que sin dudas se constituye como la administración más cuestionada de la historia del organismo.