En medio de una profunda crisis económica, el gobernador Axel Kicillof envió a la Legislatura un proyecto para crear el “INCAA bonaerense” y congraciarse con el mundo del espectáculo, a semanas de las elecciones.
Tal como lo anunció en su discurso en la apertura de sesiones legislativas de este año, Axel Kicillof presentó este martes 6 de junio el proyecto de ley de Promoción y Desarrollo de la Industria Audiovisual de la provincia de Buenos Aires, que deberán tratar en primera instancia los diputados, dado que el ingreso decidió realizarse arbitrariamente por esta cámara.
El mismo, impulsado por el Instituto Cultural, a cargo de Florencia Saintout, con un conflicto aún no resuelto con bailarines, músicos y empleados del Teatro Argentino, se propone como un nuevo “plan platita” para actores encolumnados políticamente, al igual que sucede con la inmensa mayoría de las producciones auspiciadas a nivel nacional por el INCAA.
Este último lleva adelante costosísimas producciones que benefician a productoras afines al kirchnerismo, con pocos espectadores, narrativas ideologizadas y la presencia en apenas un puñado de salas específicas. Con este antecedente y la mirada puesta en su posible reelección al frente de la gobernación, Kicillof despliega políticas similares a las de Cristina Kirchner durante su presidencia, al beneficiar y encausar a su favor a innumerable cantidad de artistas.
De hecho, el artículo 9 de este polémico proyecto propone la creación de un Fondo de Fomento a la Producción Audiovisual con un monto inicial de 675 millones y cuyo manejo recaerá en el consejo creado por esta ley -en caso de aprobarse-, que tiene al Instituto Cultural a la cabeza, junto a miembros designados por el poder ejecutivo, sindicatos, gremios y representantes de universidades nacionales y provinciales.
Lo cierto es que el proyecto, presentado como “histórico”, cae en un momento de profundos problemas económicos y no aclara los mecanismos de auditoría ni de concesión de fondos, sino simplemente los requisitos para poder acceder a los mismos, dejando entre líneas un método de ejecución poco claro que podría terminar beneficiando a una pequeña minoría.