Una jubilada obereña perdió 200 mil pesos tras la llamada de un “empleado” de una entidad de crédito. Le transfirieron el dinero de su cuenta bancaria tras engañarla con un trámite digital inexistente. La comunicación salió de córdoba e investigan si pudo ser realizada desde una cárcel
La policía investiga una estafa virtual de la cual fue víctima una jubilada de 69 años a quien, mediante engaños a través de una comunicación telefónica, la despojaron de su dinero que tenía en una caja de ahorros. Fueron 200 mil pesos y el autor habría llamado desde la provincia de Córdoba, indicaron fuentes de la investigación.
El hecho ocurrió de acuerdo a la denuncia, durante el mediodía de ayer. La víctima contó en la seccional Primera de Oberá que recibió una llamada esa mañana y una persona se presentó como empleado de una conocida firma de crédito (Tarjeta Naranja) y que estaban actualizando la situación bancaria de sus clientes y que debía cambiar tanto contraseñas como usuarios en distintos homebanking, incluso los que no eran de esa entidad.
En este contexto, la mujer aparentemente entregó las contraseñas de su cuenta bancaria a modo de información y en ese momento no notó nada extraño porque le dijeron que en unos minutos iban a comunicarse nuevamente para informarle sobre la finalización de la actualización de datos.
Como no volvieron a llamar, ingresó a su cuenta bancaria a través del celular y notó que habían realizado una transferencia por el total del dinero que tenía en ese momento, alrededor de 200 mil pesos.
Se puso en contacto con familiares para saber qué hacer y si era cierto lo que le habían dicho, tiempo en que cayó que todo era una estafa.
La mujer radicó la denuncia en la comisaría jurisdiccional a su domicilio, en este caso la seccional Primera de la Unidad Regional II, de Oberá, en donde iniciaron la investigación pertinente. Intervinieron también efectivos de Cibercrimen y la Policía Científica.
Con los primeros datos, brindados por la propia denunciante, supieron que la llamada se realizó desde Córdoba y desde la empresa mencionada, indicaron que no tenían ningún trabajador con el nombre que le dieron a la jubilada y que tampoco realizaban dicha “actualización de datos”.
También investigan si la llamada se originó desde un centro de reclusión de aquella provincia. La causa recayó en el Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, a cargo de Horacio Alarcón.