Pocos minutos después de las 11 comenzó formalmente la cumbre de presidente del Mercosur, la primera de modo presencial desde 2019 y la primera en Misiones desde 2005. La presidencia pro témpore pasará de manos de Argentina a Brasil, con la vuelta de Lula Da Silva.
Al recibir la presidencia del bloque, Lula saludó uno a uno a los presidentes de la región. “Con mucha alegría vuelvo a la Argentina a participar de la cumbre. La Triple Frontera representa mucho simbolismo para la integración. Y también mucha alegria por el reencuentro de Brasil con la región”.
“El Mercosur es el mejor proyecto de integración regional a lo largo de las últimas décadas. El mundo es cada vez más complejo. Nadie puede resolver problemas solos ni permanecer ajeno a los dilemas de la humanidad. No hay alternativa que no sea la unión, la protección de biomas y la transición ecológica. Ante las guerras, debemos hablar de paz. De cooperación y solidaridad. Ante el aumento del odio y de la intolerancia, es urgente renovar el compromiso del Mercosur con el estado de derecho. Asumir los desafíos de enfrentar todos los intentos de pervertir la democracia. Un Mercosur más democrático y participativo es el camino”, enumeró.
Acto seguido, sentó posición sobre el debate central de esta cumbre: el acuerdo con la Unión Europea. Llamó a “evitar que barreras arancelarias comprometan el comercio regional” y anticipó que se fortalecerá el trabajo para crear una moneda única para el comercio regional y acuerdos de comercio con Chile, Colombia, Ecuador y Perú”.
“El acuerdo con la Unión Europea en esas condiciones es inaceptable. Los socios estratégicos no negocian bajo amenaza”, advirtió. “El Mercosur debe dar una respuesta rápida y contundente. No tenemos interés en un acuerdo que nos condene a un eterno papel de exportador de materias primas”, aseguró. En esa línea, dijo que bajo su presidencia, se comenzará a negociar acuerdos de comercio con Canadá, Corea del Sur y Singapur, China, Indonesia, Vietnam y América Central. “Las barreras al comercio, perjudican a países en desarrollo”, insistió.
Lula es el gran protagonista de esta cumbre, no sólo por la presidencia pro témpore que comenzará a ejercer, sino por las negociaciones bilaterales con la Argentina. Lula fue recibido con un abrazo por Alberto Fernández y mantuvo encuentros previos a la cumbre con el ministro de Economía, Sergio Massa y el canciller Santiago Cafiero, quien abrió la cumbre con el informe de lo realizado por la presidencia argentina en el último semestre.
“Es una enorme alegría encontrarnos forma presencial, algo que no habíamos logrado en los últimos cuatro años”, dijo el Presidente al abrir la 62° sesión plenaria de la cumbre de Jefas y Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, a la que asisten los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; y de Bolivia, Luis Arce; a quienes se sumó el electo jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña.
Fernández afirmó que el Mercosur “es sin duda alguna, el proceso de integración más sólido que la América del Sur ha desplegado”, al dar el discurso inaugural de la cumbre del bloque reunida en Puerto Iguazú.
“Una unión que ha evitado que se consoliden corrientes antagónicas entre nuestros intereses. Hemos logrado tener intereses permanentes y son esos intereses los que debemos preservar en favor de nuestros pueblos”, remarcó el mandatario ante sus pares del Mercosur.
El Presidente dijo que “sobrellevamos los efectos de la sequía más grave de los últimos 100 años”, en el marco de un “shock climático que acentuó las fragilidades de nuestra economía, ya afectada por la calamidad de una deuda irresponsablemente pedida por un gobierno argentino e irresponsablemente otorgada por el FMI”.
Al hablarle a sus pares del Mercosur, el mandatario argentino expresó: “Siempre les agradeceré el acompañamiento que nos han brindado en el marco de una arquitectura financiera internacional muy injusta que preserva las desigualdades en lugar de socorrer a los pueblos en momentos de estrés como el que atravesamos”.
Ayer, en la previa de la reunión de los mandatarios de hoy, los cancilleres de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se encontraron frente a frente y, como sucedió en las últimas reuniones del Mercosur, volvieron a manifestarse con fuerza los debates acerca de las asimetrías en el bloque y las negociaciones por Tratados de Libre Comercio (TLC); en especial con la Unión Europea.
En esa línea, el Presidente aseguró que no está “parado en el lugar aislacionista en el que algunos me quieren ver parado” y exhortó a “integrarse al mundo no solo como proveedores de materias primas sino como exportadores de productos elaborados”.
“Hablo de ser parte del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan y no con la debilidad de las que se primarizan. Nadie puede condenarnos a ser los proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos venden a precios exorbitantes”, advirtió en su discurso en Puerto Iguazú, frente a los otros presidentes del bloque.