Producción de frutillas en Misiones va en auge y prometen frutas en verano

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Agricultores utilizan el cultivo sin suelo para producir durante todo el año. Buscan que la producción se comercialice cuando bajan las cosechas de otras provincias

La producción de frutilla se posiciona en la tierra colorada. Busca competir con la fruta que llega desde Corrientes, Santa Fe y Salta. Aseguran que en los últimos años la producción misionera creció pero aún no abastece la demanda local. A través de un método no convencional, más conocido como cultivo sin suelo o semihidropónico, buscan cosechar durante todo el año, y sobre todo ganar espacio en verano -que es la época en la que cae la producción de otros lugares del país debido a las altas temperaturas-.

Al respecto, Sergio Feversani, ingeniero agrónomo de la extensión agropecuaria del Instituto de Tecnología Agropecuaria (Inta) Oberá, brindó detalles sobre el avance de la producción de frutillas en el último tiempo y explicó “que gran parte de los productores misioneros produce en sistemas de sacos o bolsas que poseen sustratos en su interior con riego por goteo. Se trata del cultivo semihidropónico”.

Producción
Sergio Feversani afirmó que las frutillas de Corrientes y Santa Fe ya ingresaron a la provincia. “El 90% de lo que se consume en Misiones viene de otros lugares, pero desde hace cinco años atrás se notaron más productores de frutillas en la zona. Primero, en una escala experimental. Actualmente, ya comercializan”.

El especialista lamentó que no se cubre con la demanda local, pero afirmó que la fruta misionera se diferencia de la que llega de otros puntos del país. “En Misiones se cosecha a la mañana o a la noche y al día siguiente se puede consumir. Es una fruta más pintoresca y madura, con mejor coloración y aroma”.

Según Feversani, la demanda misionera no se cubre porque los consumidores no sólo utilizan el producto en fresco, sino que realizan subproductos para la gastronomía como mermeladas, jugos y otros. “Lo que amerita una producción aún mayor de lo que brinda la local”.

Con anterioridad se realizaba el sistema convencional en el suelo para la producción de frutillas, según el ingeniero agrónomo, por factores sanitarios y climáticos, esto modificó los ciclos de producción. “Todos los plantines provienen de Mendoza y Neuquén que abastecen al mercado nacional. El Inta entre enero y febrero realiza la reserva de plantines, luego entre abril y mayo envían desde los viveros a las zonas productoras. Allí, el productor hace su trasplante y comienza el proceso de producción”, se refirió al trabajo que llevan adelante desde la institución.

Luego, detalló de qué se trata el cultivo semihidropónico “más que producción hidropónica se práctica en sustratos, es decir, una maceta, canaletas, caños de pvc, sacos o bolsas, formuladas con una preparación que tiene la cáscara de arroz, pino compostado, u otro material de origen vegetal para que la planta tenga sustento. Se le suministra lo nutricional por parte del sistema de riego por goteo”. Mencionó que cuando uno habla de hidroponia es la producción de hojas en perfiles, en este caso, gran parte de los productores misioneros lleva adelante el cultivo sin suelo como base.

“En el caso de la frutilla, se realiza el cultivo hidropónico, pero en muchos casos no justifican los costos. No obstante, la alternativa sin suelo -o semihidropónica- tiene una ventaja porque se puede tener hasta tres años en producción y se renueva en un 30% de forma anual, el sustrato dura más tiempo, tiene mejor desarrollo. La planta a medida que pasa el año produce los hijuelos para realizar una división”, dijo. Explicó que esto permite que además de producir la fruta, también aumentar su producción de plantines para venderlos. “

Según Feversani, a escala comercial grande hay alrededor de productores que llevan adelante la producción de frutilla en un promedio de medio y una hectárea bajo cubierta en Misiones. Mientras que, en Corrientes cuentan de cinco a diez hectáreas de cielo abierto y aún con sistemas convencionales.

“En Misiones los emprendimientos son familiares, no requieren manos de obras a gran escala, y son sin suelo. Facilita más que los sistemas convencionales. Las frutas que llegan de los viveros certificados se pueden producir en los meses de verano, y con estas variedades se produce cuando no hay mayor producción debido a las altas temperaturas en otras provincias que ingresan su fruta a la tierra colorada. Allí, hay un mercado”, mencionó. Relató que los productores misioneros trabajan en ello, “cuando caen las cosechas que llegan desde otros lugares por el calor, y la demanda continua por el consumo que exigen los clientes”.

Desde el Inta trabajan en las distintas zonas con los productores. “El productor paga los plantines, pero el Instituto realiza la logística y los trámites necesarios con el vivero de Mendoza y Neuquén. Es un material vegetal que llega con requisitos, y una guía que debe llegar en condiciones óptimas. La asistencia técnica y capacitaciones las brinda de manera gratuita el Inta”

También, los agricultores de las ferias francas, es decir, los pequeños y medianos productores, piden asistencia al Inta y producen en menor escala para comercializar.

Cultivo semihidropónico
Por su parte, Orlando Ferris, productor de frutillas, relató que a través del cultivo semihidropónico -cultivo sin suelo- entre julio y diciembre logran cosechas de 40 kilos por día. Mientras que, entre enero y junio se promedia 13 kilos diarios. La empresa familiar granja Ferris Graef ubicada en Garuhapé se dedica a la producción de la fruta desde hace seis años.

“Tenemos tres invernaderos de 7 por 42 con una capacidad de 4 mil plantas en cada uno. Esto equivale a un total de 12 mil plantas en cultivo semihidropónico. Se trata de un cultivo sin suelo, suspendido en mesadas a un metro del suelo”, detalló. El productor destacó que a través de este método de cultivo se busca cosechar durante todo el año. “Para ello plantamos y hacemos poda en tres tandas. Así cuando unas comienzan a producir, otras están culminando su ciclo y las últimas recién se inician en su desarrollo”, dijo Ferris.

Ferris explicó que la cosecha varía según la estación del año, y que en verano la producción merma pero se sostiene.

Mercado Central y verdulerías con demanda de la fruta

salió a recorrer verdulerías y mercados para conocer la demanda y los precios de la frutilla. “Los clientes cuando ven la frutilla exhibida saben que es temporada y sí o sí llevan para su consumo. Es una fruta noble que acompaña cualquier comida”, manifestó un verdulero de Posadas.

También, desde el Mercado Central de la capital provincial expresaron que “la demanda ya comenzó y se puede observar las verdulerías y supermercados de la zona con buen stock del producto”.

Mercado Central y verdulerías
Marcelo Guerrero, de la Cámara de Operadores del Mercado Central, indicó que “la temporada de frutillas ya inició y las primeras en llegar fueron las frutillas correntinas que pesan seis kilos y valen alrededor de $7.000”.

“Así como llegaron son bien vendidas todos los supermercados y verdulerías de la zona ya cuentas con la mercadería debido a que se abastecen del Mercado”, relató Guerrero.

Por su parte, Fabián Florentín, operador del Mercado, mencionó que las frutillas provienen de Corrientes, que pesan alrededor de cinco y seis kilos, y cuestan entre $5.000 y $6.000. La fruta también llega de Coronda, Santa Fe y del norte de Salta. “Según la presentación del producto el precio varía”.

Julio Benítez, responsable de una verdulería en Posadas, manifestó que “los clientes cuando ven la frutilla exhibida se tientan, ya saben que es temporada y compran”. Detalló que “el medio kilo vale $800, mientras que el kilo -según el tamaño de la fruta procedencia- cuesta entre $1.400 y $1.600.

En cifras

$1.400Desde ese valor puede costar el kilo de frutillas en las verdulerías de Posadas. En el Mercado Central, bandejas de entre 5 y 6 kilos parten desde $5.000

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