Jabones de yerba mate, especialidad artesanal con impacto social

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El emprendimiento busca posicionar el producto y proyectarlo a otros mercados. Una cooperativa de Mujeres del barrio A4 de Posadas se encargará de la elaboración y empaquetado

Jabones, yerba mate y una pujante cooperativa de mujeres, forman parte de un ambicioso proyecto para posicionar productos de Misiones en otros mercados y a mayor escala. Un destacado perfumista ex L’Oreal, un emprendimiento que ya tiene varias propuestas denominadas gourmet para regalos empresariales y un merendero del barrio A4 de Posadas como base de producción, son los protagonistas que trabajan de manera silenciosa para presentar en sociedad a corto plazo, el jabón de yerba mate.

La apuesta nació en la cabeza de Carolina López Forastier, una abogada misionera que, entre otras tareas, se desempeñó como representante del gobierno provincial en la Casa de Misiones en Buenos Aires. En el año 2010 creó Aromas de la Selva, una marca que comercializa frutos y sabores de la tierra colorada “y en el inicio fueron blends de té orgánico de pequeñas cooperativas del interior de la provincia”, recordó en diálogo con El Territorio.

Con la filosofía de “posicionar productos de Misiones”, después del té, comenzaron a realizar exitosas pruebas de “jabones de ruda y ahora nos faltaba la reina que es la yerba mate”. El producto está en fase de pruebas “y lo hacemos acá en Buenos Aires, con narices de acá”, precisó Forastier.

En la tarea de encontrar la fórmula óptima para que el jabón sea presentado en sociedad está Sebastián Sabater, “que trabajó en la L’Oreal en París”, enfatizó. La emprendedora reveló algunos detalles de la etapa previa que incluyó “pruebas con mezcla de verbena al jabón, pero no me gustó y ahora estamos incorporando aceite de coco que hace bien a las manos”. Rápidamente resaltó el pigmento de la yerba mate, “que tiñe muy bien al jabón”. Debido a la elaboración artesanal y natural, “el verde es parecido al del mate cocido y seguramente nos vamos a quedar con la mezcla de coco”.

Como cualquier jabón “la base de glicerina es neutra y se suma la yerba mate. Hicimos una prueba con yerba en polvo, pero salió un jabón verde al que hay que adicionarle esencias de coco. Cuando el jabón de yerba mate esté logrado, el otro paso es el jabón líquido para dispenser”, adelantó.

Aguardando la puesta a punto del jabón de yerba mate están las integrantes de la cooperativa Mujeres Valientes, quienes se encargan del packaging de todos los productos de Aromas de la Selva. “Nuestro emprendimiento siempre busca que tenga un impacto social, cuando iniciamos lo hicimos con un grupo de cartoneros”, reveló.

Para la elaboración del embalaje de los regalos empresariales, tanto de las infusiones como de los jabones que ya tiene la marca están las Mujeres Valientes del barrio A4. “Son cerca de 20 mujeres, cabezas de familias las involucradas a las que se les capacita”, enfatizó Forastier. Dirigen un merendero y todo lo que recaudan con la tarea que le da Aromas de la Selva, “lo destinamos a comprar mercadería para atender a los 50 chicos que damos de comer en el barrio”, aseguró Hordalina Guerrero, quien dirige al grupo de mujeres.


Hordalina Guerrero en plena tarea de embalaje de algunos jabones.

La titular de Aromas de la Selva aclaró que “son mujeres que no quieren vivir de los planes y pensamos en herramientas para que puedan salir adelante. Entonces surgió lo de los jabones, para que empaqueten. Hacen bolsas de lienzos reciclables para no usar plástico. Se encargan del packaging y una vez que esté consolidada la fórmula, queremos que se ocupen de fabricar ellas los jabones”.

El proceso

Por tratarse de un producto de elaboración artesanal, “no requiere por el momento de gran industrialización. Estamos gestionando un subsidio para comprar las herramientas e instalar en la cooperativa”, manifestó Forastier. “Siempre piden productos de yerba mate y elaborar los jabones requiere de un proceso de saponificación que es sencillo”.

“En grandes batidoras se va deshaciendo la glicerina y se le van adicionando esencias o productos naturales. Tienen la matriz de Aromas de la Selva y le sumamos unas hojitas de yerba mate para que queden arriba”, precisó Forastier. “Cuando se solidifica, pasa a la máquina cortadora y se ajusta a la necesidad que ahora es la medida de jabones de tocador”, añadió.

Mientras se ajusta el aroma, la oleosidad “para que sea un producto bueno”, en la primera etapa la fabricación será para regalos empresariales “Todavía no tenemos gran capacidad para vender al público, sino que trabajamos sobre pedidos puntuales. Tenemos un puesto en la Fundación de Artesanías Misioneras, donde preparamos los kits”, dijo la fundadora de Aromas de la Selva.

Con propiedades “indiscutibles, los jabones de yerba mate van a ser muy solicitados. La capacidad actual es para hacer unos 500 jabones por semana y cuando tengamos la fórmula consolidada, vendrá la etapa de capacitación de las chicas de la cooperativa”.

La próxima meta “es pasar del proceso artesanal y manual a dar un paso más. Queremos adquirir máquinas. Desde siempre insté a esas mujeres a dejar de hacer crochet para vender en plazas o ferias. Hay que proyectar hacia otros mercados y con valor agregado”, subrayó Forastier. “El jabón de yerba mate nos va a dar esa apertura”, confió.

Una fábrica de jabones con tradición

El perfumista Sebastián Sabater, integrante de una familia que se dedicó a la fabricación de jabones durante toda la vida y que ya se expandió hacia España, fue encomendado a la elaboración del jabón de yerba mate. 
Se presenta como un especialista en jabones de diseños finos de artesanías y por eso no produce a gran escala. Prefiere pequeñas partidas que les permitan variadas fragancias, colores y formatos. En su currículum se destaca un tiempo trabajando en la afamada empresa L´Oreal de Paris.

En su fábrica en Buenos Aires procede a la saponificación, el proceso químico que permite que un elemento graso reaccione con una base en presencia de agua, para generar sales sódicas. En la parte mecánica agrega colores, fragancias y aditivos. Las máquinas que utiliza fueron fabricadas por el propio Sebastián Sabater, quien transfirió el conocimiento a sus hijos, quienes expandieron el negocio a Europa.

La primera mezcla es heterogénea y según Sabater, uno de los secretos de todo el proceso es acertar con la humedad. Las primeras pruebas ya están a disposición de Aromas de la Selva, aunque sigue buscando la combinación final para que el producto se presente en los mercados.

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