En una entrevista exclusiva , Valeria Sandoval, subsecretaria de Inteligencia Financiera del Gobierno de Misiones, destacó los logros y estrategias que han llevado al éxito en materia fiscal. Al mismo tiempo, proyectó una comparación entre el escenario provincial frente al nacional.
Misiones es reconocida por su eficiente y sostenible modelo de equilibrio fiscal. Una gestión que fue clave en su proceso de crecimiento económico y desarrollo social. Las claves que hicieron esto posible incluyen una decisión política firme, una gestión prudente de recursos y un enfoque estratégico en políticas públicas. Esto posibilitó importantes inversiones en áreas como obras, educación, salud y tecnología, beneficiando a toda la población.
En una entrevista exclusiva, Valeria Sandoval, subsecretaria de Inteligencia Financiera del Gobierno de Misiones, destacó los logros y estrategias que han llevado al éxito en materia fiscal. Al mismo tiempo, proyectó una comparación entre el escenario provincial frente al nacional.
- ¿Cómo describirías el modelo de equilibrio fiscal implementado en Misiones en el último tiempo ?
Eficiente y sostenible. Porque la decisión política de reducir el peso de la deuda en el total de ingresos fue tomada al mismo tiempo que la provincia empezó un proceso de crecimiento.
El progresivo desendeudamiento permitió que Misiones tenga recursos para volcar en herramientas que mejoran la actividad provincial y eso repercute en el día a día de todos los misioneros.
Aún construyendo caminos, estableciendo programas de incentivo al consumo local, apoyo a la producción primaria e industrial se logra el equilibrio fiscal. Esto muestra una buena política de ingresos en conjunto con un gasto eficiente de los recursos públicos.
- ¿Cuáles crees que fueron las claves principales del éxito de Misiones en alcanzar y mantener el equilibrio fiscal? ¿Y cómo esto afectó a la capacidad de la provincia para invertir en áreas como obras, educación, salud y tecnología?
Son un conjunto de factores, pero entre los principales se encuentra la decisión política de buscar y sostener el equilibrio fiscal, ya que focaliza y permite dar prioridad al resto de las medidas. Luego, mantener las cuentas en orden y reducir el endeudamiento permite llevar adelante políticas públicas estratégicas para el crecimiento de la provincia, al tiempo que brinda independencia para decidir en el camino hacia el desarrollo.
En relación con lo anterior, ese camino fue posible gracias a una gestión adecuada y prudente de los recursos. Posibilitó ingresos para ser destinados a una salud pública de vanguardia y con amplia cobertura, la apuesta por una educación disruptiva para preparar a los jóvenes para formar parte de las tecnologías del presente y del futuro; y genera caminos que conectan a los vecinos y a la producción de los distintos rincones de la provincia.
- ¿Qué diferencias encontrás entre el enfoque de Misiones para lograr el equilibrio fiscal y las estrategias implementadas a nivel nacional?
Si bien se comparte el destino, que son las cuentas públicas en orden, se diferencian en la estrategia y el recorrido para acercarse al objetivo.
Misiones llevó, desde 2003 a esta parte, un desendeudamiento progresivo, acorde a no realizar medidas de alto impacto negativo en los bolsillos de los misioneros. En cambio, a nivel nacional, por un lado existen esfuerzos en conseguir financiamiento externo y, por el otro, pareciera importar más el equilibrio fiscal que el camino para lograrlo.
Otra diferencia son las medidas de resguardo de la actividad económica y el poder adquisitivo que se llevan adelante en la provincia. En todo el país los indicadores dan cuenta de una fuerte contracción de la actividad. El EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) muestra a febrero una caída acumulada interanual del 3,6% y a 12,7% se reducen las ventas de supermercados en el mismo período, las ventas minoristas acumuladas a marzo se contrajeron 22,1%, y se pueden continuar con los números en rojo en todo el territorio nacional.
En este contexto, la Provincia sostiene los programas Ahora Misiones, incorporando recientemente el rubro de los neumáticos, brinda financiamiento para hacer frente al pago de la energía y brinda líneas de créditos a tasas accesibles, por mencionar algunas líneas de acción.
- ¿Cómo fue posible mantener el equilibrio fiscal sin recurrir a ajustes que afecten a la población?
El equilibrio fiscal, como lo indica intuitivamente su denominación, implica una relación proporcional entre los ingresos del Estado y sus gastos. La voluntad de los misioneros de mantener un camino de largo plazo en la gestión provincial permitió justamente ordenar las cuentas de forma sustentable en el tiempo. Se contó a lo largo de los años con presupuestos acordes y realistas; y una erogación responsable de los recursos con los que se cuenta.
A nivel nacional, los cambios recurrentes de autoridades con miradas y políticas distintas no permitieron trazar un camino similar.
- ¿Cuál crees que fue la evolución de la deuda pública de Misiones a lo largo de los años y cómo considerás que se compara con el promedio nacional?
El déficit fiscal debe financiarse de alguna manera y, a nivel nacional, en el abanico aparecen la emisión monetaria o el endeudamiento. El poder ejecutivo nacional, en sus diversas administraciones, optó por una opción o por la otra. La toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es un ejemplo de eso. Actualmente, el Ministro de Economía de la Nación también se encuentra en la búsqueda de financiamiento internacional para hacer frente a las necesidades, lo que se traduce en recursos que deberán devolverse en el futuro. En cambio, en las provincias, al no emitir moneda, la opción es tener cuentas en orden o endeudarse.
Recientemente, el ministro de Hacienda, Finanzas, Obras y Servicios Públicos, Adolfo Safrán, hizo un repaso histórico de la deuda pública de la Provincia.
Con un pico en el año 2002 donde la deuda representaba el 294% de los ingresos provinciales, en 2003 se tomó la decisión de llevar adelante un desendeudamiento racional.
Al tercer trimestre de 2023 la deuda se ubicó en el 5,1% de los ingresos. Es decir, mientras que en el peor momento la deuda triplicaba los ingresos con los que contaba la provincia, sin contar todo el resto de los gastos básicos necesarios, el último dato disponible arroja una proporción de un dígito, lo que brinda sostenibilidad al cumplimiento de las obligaciones.