Los ex presidentes compartieron un seminario que organizó la Fundación Libertad. El líder del PRO dijo que es optimista sobre el futuro, pero reconoció que hay tensión en Juntos por el Cambio por las PASO. Dijo que el kirchnerismo “provocó la ruina en la que estamos”. Guiño a Javier Milei
A menos de dos días de la definición de las listas y horas después de la reaparición de Cristina Kirchner, el ex presidente Mauricio Macri se mostró en un seminario junto a su par español José María Aznar, reconoció que hay tensión en la interna de Juntos por el Cambio, pero se mostró optimista de que “la mayoría de los argentinos” acompañarán a la oposición en las elecciones. En ese encuentro que organizó la Fundación Libertad, también embistió con dureza contra el kirchnerismo y volvió a hablar del “curro de los derechos humanos”, una frase que genera irritación en sectores progresistas.
“Basta de sentir que ellos tienen autoridad moral. No tienen ninguna autoridad moral. Han utilizado hasta la tragedia que vivimos en la Argentina, que yo califique el comportamiento de ellos como el curro de los derechos humanos. Utilizaron esa tragedia para justificarse saquear el Estado de distintas maneras, con listados de gente que cobró subsidios que nadie puede verificar. Estamos hablando de millones de dólares en un país tiene estos problemas de pobreza”, afirmó el ex presidente en el seminario que se realizó en la sede porteña de la UCEMA, la universidad de altos estudios económicos.
Esa frase hacía sido citada la tarde de ayer por la hija de una madre de Plaza de Mayo en el acto que la vicepresidenta compartió con Sergio Massa por la compra del avión usado para los vuelos de la muerte. Y Macri la dijo luego de que de Aznar planteara que “hay un mito en todos los países de que la izquierda es superior culturalmente a la derecha y eso es falso, eso no es verdad”.
Macri, Gerardo Bongiovanni, y José María Aznar, en el seminario internacional (fotos Fundación Libertad)
Los dos ex presidentes compartieron el seminario internacional “Una agenda de libertad para Iberoamérica” organizado por la Fundación Libertad, que preside Gerardo Bongiovanni, y que contó con la participación como expositores de los diputados y economistas Luciano Laspina y Ricardo López Murphy -ambos trabajan con Patricia Bullrich- y Diana Mondino, que es precandidata a diputada por los libertarios de Javier. También expusieron el reconocido economista español Daniel Lacalle y el titular del instituto de estudios atlántico.
Al presentar a Macri y Aznar, Bongiovanni recordó que entre el 22 y 24 de septiembre próximo se llevará a cabo la primera reunión en Buenos Aires del Grupo Democracia y Libertad que integran más de dos decenas de presidentes en ejercicio y con mandato cumplido. “Es la contracara del Foro de San Pablo o el Grupo de Puebla, es la unión de los buenos, para defender las buenas causas”, resaltó.
Los convocados mencionaron que participaron de un encuentro previo y discreto, donde se hablaron de diversas cuestiones vinculadas a la política argentina, la realidad de España y un contexto global inestable y desafiante para todos los países y los gobiernos. Ambos territorios enfrentan con diferencias de semanas elecciones decisivas y guardan cierto aire de familia.
Es que el 23 de julio se llevarán a cabo las elecciones generales en España, donde el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez, enfrentará a Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, de derecha y que ya cosechó un triunfó demoledor en todos el país el mes pasado. Tres semanas después, el 13 de agosto, en Argentina se votarán las PASO, donde el gobierno kirchnerista presentará la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi, en contra de los binomios Patricia Bullrich-Luis Petri vs Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales, de Juntos por el Cambio; y los libertarios de Javier Milei-Victoria Villarruel.
Laspina, Mondino, López Murphy y Lacalle, en el inicio del seminario de la Fundación Libertad
En esa charla se abordó cómo enfrentarán a cada lado del Atlántico el desafío de volver al poder y conseguir desplazar a coaliciones políticas que, cada uno, describió como dos ramas de un mismo tronco: el populismo de izquierda radicalizada. Se señalaron allí debilidades, fortalezas y cuáles pueden ser las estrategias más eficaces para conseguir un triunfo que, a priori, luce para ellos irreversible.
López Murphy reconoció que en esa charla él planteó la necesidad de que el próximo gobierno, en caso de ganar Patricia Bullrich, debía reforzar la idea de orden. “Dije que necesitábamos orden fiscal, orden monetario, orden en las calles, terminar con el narcotráfico”, contó el diputado y agregó que uno de los participantes planteó: “Lo que dice Ricardo nos puede llevar al problema de siempre, que es la gobernabilidad”. “No hay que tener miedo. El miedo lo tienen que tener los ladrones, los corruptos, los delincuentes y los violentos”.
El discurso de Macri
El ex presidente además de plantear su fuerte crítica contra el kirchnerismo, criticó al ministro Sergio Massa y habló sobre la interna de Juntos por el Cambio, que a partir del domingo quedó articulada en dos sectores que compiten para definir quiénes encabezarán la oferta electoral opositora. Macri también tuvo un gesto con Javier Milei, al que elogió por sus propuestas económicas.
“El hacer es tan importante como el relato. Ellos se focalizan todo en el relato y eso puede durar mucho tiempo hasta que se llegue a la conclusión de que esto está fracasando”, dijo el ex presidente, ante la mirada de Aznar, quien dio una exposición sobre la política de su país, los desafíos que enfrenta América Latina, los riesgos del populismo y la necesidad de apostar por la moderación en política.
Mauricio Macri criticó con dureza al kirchnerismo también porque “condenaron en pandemia a los chicos a perder más de un año entero de clases, que es irrecuperable” y pidió “entender que no es solamente de un sector de la política la responsabilidad de darle batalla a esta narrativa tan dañina, que al principio tiene efectividad, porque claramente es como una música linda”. “Es responsabilidad de los empresarios, de las ONG, de universidades, todos”, dijo. “Este debate requiere de toda la sociedad civil, del sector empresario, de las universidades en todos los lugares debatir las ideas en las cuales creemos que tienen que ver insisto con la libertad con el hacer, con la meritocracia, con el esfuerzo personal, que son las claves.
El ex presidente volvió a evocar su caballito de batalla discursivo de que lo ocurrido en Qatar, donde la Selección de Lionel Messi ganó el campeonato mundial tras un trabajo en equipo, es un ejemplo del “cambio de época que se viene en la Argentina”, donde uno de los principios que, a su juicio, volverán a adquirir importancia será el de la meritocracia, la actitud humilde y respetuosa”, contraria a “la prepotencia kirchnerista”.
“Es una actitud que se ha consolidado bestialmente en estos últimos 20 años con el kirchnerismo. Le hemos faltado el respeto prácticamente a todos los pueblos del planeta. El presidente ha tenido unas disertaciones que serán recordadas por mucho tiempo, con todo tipo de aberraciones que hemos escuchado”, afirmó el ex presidente argentino.
“Todo esto, finalmente, ha sido el aprendizaje final y hoy la mayoría de los argentinos está lista para emprender un camino de sensatez, gente responsable, seria que actúe con la verdad y que predique que uno construye para esta generación y para las próximas generaciones”, afirmó y se declaró optimista, aunque reconoció que la coalición de Juntos por el Cambio atraviesa ahora momentos de tensión por la interna de cara a las PASO.
La disputa en la oposición
“Hay tensiones inevitables, las rivalidades en los seres humanos son complejas. Espero que entre todos, logremos que prime la prudencia el respeto, la altura en la discusión, porque el día después, idealmente, la enorme mayoría tienen que trabajar todos juntos”, manifestó el ex presidente y resaltó que “el nivel de destrucción que vamos a encontrar la Argentina no da para que prescindamos de muchos recursos valiosos que están en los dos lados”.
También planteó que como prioridades el próximo gobierno deberá recuperar una ley de presupuesto equilibrado, “impuestos sensatos que no expulsen a los jóvenes y a los empresarios”, pero abordar “el caso por caso, porque la política dice que nada se puede tocar, que no se puede”.
“Si no mostramos ese orden fiscal contundente, no empieza el partido, no comienza. Así que yo espero que ese debate interno en la coalición, y espero también que una parte de la oposición, como el caso de los libertarios, como escucho a Javier (Milei) y a Diana Mondino mucha claridad en esos puntos, también apoyen, para que al que le toque gobernar haga su trabajo y nos saque de esta ruina en la cual hemos caído”, dijo en un nuevo guiño al líder libertario.
“No existe democracia si los que están al cargo de la conducción de un país usan el Estado para saquear a los ciudadanos y robarle la plata con la inflación. Así, no hay sociedad, y lo vemos ahora, porque la paciencia llegó a un límite. Por eso vemos la fuga de talento. Lo que está por llegar sepultará una época muy triste de la Argentina, increíblemente larga”, consideró.
Agenda de la reactivación
Una de las exposiciones más destacadas del panel cómo “reactivar la economía” del seminario organizado por la Fundación Libertad, en la UCEMA, fue la de Daniel Lacalle, un reconocido economista y especialista en finanzas que compartió tanto un diagnóstico sobre el estado de cosas de la actualidad económica como “las reformas necesarias para que Argentina salga del desastre peronista”.
Entre los problemas que señaló Lacalle fue la existencia de “una fiscalidad extractivista y confiscatoria” de la actividad privada, como así también como la existencia de “un fallida moneda”, el peso, similar al que soportó España hasta que, finalmente, se integró al euro.
“El gran problema monetario en Argentina es pensar que se puede revertir de manera lenta o gradual (una reducción de la inflación), cuando no se puede hacer de esa manera. Los españoles sufrimos la peseta mucho tiempo: los gobiernos cada diez años hacían una devaluación masiva que destruía el poder adquisitivo de los ciudadanos”.
Daniel Lacalle habló de la «moneda fallida» que tiene la Argentina y la inflación alta de la economía
“Tuvimos que hacer un ajuste rápido para entrar al euro, sino nos convertíamos en Turquía”, dijo Lacalle y planteó que “es muy importante entrar lo antes posible a parar la sangría monetaria y fiscal, más aún cuando una moneda tiene una inflación anualizada del 140 por ciento, porque bajar la inflación al 60% no significa absolutamente nada”.
De todos modos, el economista español alertó que Argentina “no puede pensar que va a llevar adelante todas las reformas, un cambio de 180 grados monetario, fiscal e institucional sola, necesita de todos” sobre todo de apoyo internacional. Pero aclaró que no es mediante asistencia del FMI para que siga gastando “sin un programa de reformas potente, que incluya una reforma monetaria que logre que los ciudadanos puedan tener una moneda y una estabilidad y que el Banco Central no tenga el incentivo perverso de transferir a los ciudadanos la destrucción del poder adquisitivo y destruir la confianza”. En ese sentido, postuló a Europa como sostén y respaldo para encarar esos cambios profundas que permitan reponer al país en la senda de crecimiento.
A su turno, el diputado López Murphy inició su presentación, la más larga de todos los expositores, con un abordaje atípico: empezó con una mención a los días de zozobra que se vivieron con el avance sobre territorio ruso de una columna de blindados al mando de Yevgeny Prigozhin, dueño del Grupo Wagner, que maneja un ejército de 25 mil mercenarios que combatía a las órdenes de Vladimir y ahora se sublevó.
El encuentro en la sede de UCEMA que organizó la Fundación Libertad
“Estaba amenazando el territorio de un país con miles de cabezas nucleares. En el mundo pasan cosas que uno no puede creer y nosotros nos asustamos por cosas menores, como porque tenemos que estabilizar la economía argentina”, afirmó. También trajo al presente el ataque de fanáticos trumpistas al Congreso de Estados Unidos, entre los que se destacó un joven con unos cuernos de búfalo, cuya imagen se viralizó en todo el mundo. Y resaltó que ese país, en la actualidad, tiene un déficit del orden de 8% del producto, un nivel sin precedentes en tiempos de paz. “Es un mundo muy complejo, difícil”, resaltó López Murphy, como si hiciera falta.
Ese inicio buscó poner en perspectiva que el próximo gobierno deberá enfrentar “como una cuestión clave” la política exterior y el entendimiento de un mundo que podrá todo menos un contexto favorable. “Se requiere una dosis de sabiduría muy grande para poder navegar en aguas presurosas”, dijo.
En materia económica, resaltó que la economía argentina necesita “un tipo de cambio alto, que genere un superávit en cuenta corriente de 2 puntos del producto. Para eso tenemos que tener un superávit fiscal de un punto o un punto y medio, verdadero y sostenible, para que repaguemos deuda”. También planteó algo en lo que también coincidieron su colegas: un Banco Central independiente.
Pero más allá de las cuestiones económicas, planteó una idea provocadora desde lo político. López Murphy advirtió sobre la necesidad de recuperar la agenda de la meritocracia y puso como ejemplo a la Selección que ganó la Copa del Mundo: “Imaginensé si a la Selección Nacional la hubiéramos resuelto por un criterio aleatorio ¿quién cree que hubiéramos ganado el campeonato del mundo? Además, con esa agenda rara que hay ahora, me hubieran dicho poné un trans… a nadie se le ocurre eso. Tenemos que cambiar esos valores y retomar valores consistentes con el éxito”.
“Si no hay seguridad, no va a haber inversiones y vamos a estar sometidos a la barbarie. Hay que plantear una actitud durísima contra el delito de todo tipo, tiene que reponerse la idea de que la vida decente va a ser protegida”, insistió.
Por parte, Luciano Laspina, que es diputado y economista principal del equipo de Patricia Bullrich, destacó que en la dirigencia “hay un proceso de renovación en las ideas que viene de varios lugares y por canales inciertos” que se explica por recuperar “el sentido común de las cosas”, frente a “un populismo que viene fracasando y que está llegando a su fase terminal”.
“Argentina tiene una enorme oportunidad”, afirmó el legislador y puso como modelos contrapuestos Noruega o Nigeria, uno de desarrollo industrial y el otro más ligado al extractivismo. “Hay que atravesar un purgatorio muy complicado que son los últimos seis meses este gobierno y probablemente los primeros seis meses el próximo gobierno donde va a haber que atravesar la difícil fase de la salida del populismo, porque todos los populismos se van de los gobiernos tirando del mantel, generando una crisis a su paso y dejando justamente sembrando la semilla para el retorno”.
En ese sentido, explicó lo que dio en llamar “el ying y el yang” que debería contemplar la política económica del futuro gobierno. “La estabilización económica es una de las cuestiones fundamentales que tienen que encarar la economía argentina es una es una pata y la segunda pata es un cambio de régimen económico”. “Son el ying y el yang, porque no hay estabilización posible si no hay reformas estructurales pro-crecimiento. Hay que hacer las dos cosas al mismo tiempo”.
Al tomar la palabra, Diana Mondino destacó que “en este momento está bastante más claro que están los mismos errores, bastante más profundos, hechos por las mismas personas. La sociedad tiene la oportunidad de votar distintas formas de pensar, distintas ideas” y pidió evitar concentrarse en las personas y enfocarse en los problemas que tiene el país.
“Las opciones que tiene Argentina son extremadamente limitadas: tenemos que trabajar contra la inflación, luchar contra el desempleo y el desempleo encubierto, lograr que la gente quiera trabajar y lograr que la gente pueda trabajar, que las personas y las empresas lo puedan hacer y que haya una relación con el resto del mundo. Parece muy simple, pero no lo es”, afirmó la docente y precandidata a diputada de Milei.
Ante ese escenario, resaltó que se “necesita una muy rápida, muy abrupta desregulación. Los impuestos molestan, hay que bajar el gasto público pero es clave el un proceso de desregulación muy rápido, muy veloz”. Y cuestionó “el mantra de vivir con lo nuestro, porque lo nuestro es cada vez menos”.