A la diputada provincial le diagnosticaron cáncer de mama en marzo. En el mes rosa, destacó que acompaña el tratamiento para la patología, con medicina complementaria, antroposófica y homeopática.
En marzo de este año a la diputada provincial Rita Núñez su pareja le descubrió una pequeña “bolita” en la mama. Inmediatamente, al otro día, acudió a la consulta con un mastólogo, quien le indicó urgente estudios mamarios. El diagnóstico llegó pronto: cáncer de mama. Hoy, la legisladora acompaña el tratamiento con terapias complementarias.
En el mes de lucha contra el cáncer de mama, es importante una vez más resaltar la necesidad de los controles médicos regulares, el diagnóstico temprano y el tratamiento. Cada octubre, el mundo conmemora el mes rosa. Las campañas de concientización enfatizan la autoexploración y la consulta. “El diagnóstico temprano, salva”, repiten los especialistas en la patología.
Rita Núñez contó que su caso comenzó en marzo de este año, cuando “mi pareja me descubre y me dice fijate tenes una bolita”. Ella no se había dado cuenta, pasaron cinco años de su último control mamario. “El último que me había hecho, fue cuando mi hija que en ese momento tenía dos años, dejó de mamar. No le di continuidad porque estaba todo bien”, detalló. Es que “a veces se confía en eso y al no tener antecedentes en la familia, no volví a controlarme”, recordó.
La importancia de los estudios mamarios
Su consulta al mastólogo fue inmediata. El especialista le indicó mamografía y ecografía. “Me hice la punción y a la semana ya supimos que era cáncer”, contó. Los resultados patológicos indicaron el tipo de cáncer. “Era un carcinoma invasor o también conocido como triple negativo. Estaba en grado 1, todavía estábamos a tiempo de operar”, explicó Rita Núñez.
La cirugía se realizó en abril, “me operaron, sacaron el tumor y un ganglio de la axila que dio negativo, por suerte. Es decir que no estaba expandido el cáncer”. Desde entonces, inició el tratamiento con el mastólogo Esteban Pereyra. Mientras que su médico oncólogo es Ángel D’Annunzio. En mayo, Rita Núñez empezó con la quimioterapia y a sentir algunos de sus efectos colaterales.
Efectos de la quimioterapia
Uno de los efectos es la alopecia, la caída del cabello. Además, aparecen otras cuestiones relacionadas con la piel. “Los medicamentos también tienen un componente corticoide que se pone como premedicación, por eso una se hincha. Otros tienen que ver con lo físico, que hay que atravesar porque el cuerpo cambia”, contó.
La pérdida de cabello fue una de los efectos que Núñez cuenta que más le afectó al principio. “Las mujeres a veces nos sobre exigimos con la cuestión estética y la imagen. Está bien cuidarse, pero a veces nos vamos de mambo. Yo era una que me iba de mambo”, reconoció. Al mismo tiempo asumió que le preocupaba cómo se lo iban a tomar sus hijas de 2 y 5 años.
La experiencia de Rita, y probablemente de otras familias, dan cuenta que la claridad y la sinceridad con los niños son clave para afrontar situaciones complejas. “Yo tenía el cabello largo, me corté cortito y cuando se empezó a caer, les pregunté ¿Me quieren rapar ustedes?”, recordó.
“Yo tenía el cabello largo, me corté cortito y cuando se empezó a caer, le pregunté a mis hijas: ¿Me quieren rapar ustedes? Así lo hicieron. Fue un momento de compartir”.
Entonces, sus hijas le cortaron el pelo al ras. “Fue un momento de compartir, tratamos de hacerlo lo más natural posible. Que ellas puedan entender que era parte del proceso y no pasaba nada. Quería que no fuera una cosa dramática, sino algo de la enfermedad que había que atravesar”, manifestó.
Compartieron tanto el tratamiento médico como los efectos, en familia. Su compañero José siempre fue muy consciente y acompañó desde el primer día. El pasado 10 de octubre culminó las sesiones de quimioterapia. Ahora, espera comenzar con el tratamiento de rayos.
Terapias complementarias y quimio
Núñez señaló que fue muy positivo acompañar desde el inicio, todo el proceso médico, con terapias complementarias. “No tuve nauseas, sólo una vez. No tuve tantos efectos colaterales. Acompañé lo tradicional con medicina antroposófica y homeopática. Esa medicación natural paliativa, me ayudó a atravesar de la mejor manera la quimioterapia”, sostuvo la diputada, sobre la ley provincial que habilita, en el ámbito de la salud pública, las prácticas y terapias complementarias. La iniciativa fue del Presidente de la Legislatura, Carlos Rovira.
“Acompañé lo tradicional con medicina antroposófica y homeopática. Esa medicación natural paliativa, me ayudó a atravesar de la mejor manera la quimioterapia”
Misiones es la primera provincia del país en contar con esta regulación. La legislación tiene como objetivo: promover la utilización responsable de las prácticas y terapias que integran la medicina tradicional y complementaria. Como también, impulsar el acceso, la información, la formación de profesionales, la investigación y desarrollo de los conocimientos y terapias de la medicina tradicional y complementaria.
Algunos ejemplos de la medicina integrativa y terapias complementaria son la medicina china, el ayurveda, las tradicionales de los pueblos originarios, la medicina antroposófica, la naturopatía, la fitomedicina, la osteopatía, la reflexología, el reiki, yoga, el tai chi chuan y las esencias florales, entre otras.
En el caso de Rita Núñez, se trata con Viscum terapia y toma suplementos homeopáticos bajo las indicaciones de Patricia Colombana – médica infectóloga y antroposófica. El viscum álbum es una estrategia fitoterápica muy extendida y reconocida en el tratamiento del cáncer desde hace varias décadas, especialmente en contexto de la medicina antroposófica. La efectividad se observa en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con enfermedad oncológica avanzada. Recientemente, hubo evidencia científica de los mecanismos de acción inmunomoduladores y antitumorales.
Contención y mente ocupada
“Todo es fundamental. El entorno y el acompañamiento. Porque en definitiva uno no atraviesa solo este proceso”, insistió. La quimioterapia atraviesa a la familia. “Si bien físicamente uno pone el cuerpo porque tiene la enfermedad. Es importante el acompañamiento de tu pareja, tus hijos y los padres”, remarcó.
En este sentido, Rita Núñez valoró muchísimo la contención que recibió de sus compañeros de trabajo. Decidió seguir con el trabajo, en la medida que el tratamiento y las indicaciones del médico le permitieran. “Quise continuar para mantener la mente ocupada. También es fundamental, no encerrarse a llorar porque tengo cáncer. Es importante hacer cosas que te motiven a seguir, estudiar y hacer cosas del trabajo”, sostuvo.
Es fundamental, no encerrarse a llorar porque tengo cáncer. Es importante hacer cosas que te motiven a seguir, estudiar y hacer cosas del trabajoRITA NÚÑEZ – PACIENTE
Detalló que a alguna sesión parlamentaria asistió, cuando pudo. Con las indicaciones médicas como guía, respetó no compartir mate y usó barbijo. “A los pacientes oncológicos en tratamiento nos bajan mucho las defensas por lo que debemos cuidarnos del contagio de virus y otras enfermedades”, explicó Rita Núñez.
Enseñanzas, desafíos y nuevas prioridades
“Una enfermedad como esta, te cambia. Me alejé de la mirada que tenía de la vida. Si bien ya atravesaba un camino así, de poner conciencia sobre la vida, sobre las elecciones que uno hace, cambié las prioridades”, sostuvo la diputada.
Atravesar el cáncer de mama, le hizo ver cuál es el tiempo de calidad que se comparte. “Con tu pareja, con tus hijos y tus compañeros de trabajo”, expresó.
Además, consideró “el legado con que te ve la gente, si sos una buena persona o no digamos”. Consideró que es fundamental pensar a qué le estamos dando nuestro tiempo. “El recurso más importante que tenemos todos los seres humanos es el tiempo. La única cosa que nunca se recupera, a veces perdemos el tiempo en vez de invertirlo”, aseguró.
Rita Núñez ve a la enfermedad como un desafío. Su confianza en el proceso la hace sentirse sana. “No solo en cuestión del tratamiento, sino también en que el efecto es muy positivo”, insistió. Por eso, el desafío que asume es de continuar este camino y poner las prioridades en su lugar. “Trabajar lo mejor posible, ser la mejor madre que pueda, ser la mejor pareja que pueda, la mejor compañera de trabajo, la mejor hija. No en un sentido competitivo sino en el sentido de cuánto amor le pones a cada cosa”, reflexionó.