El presidente Alberto Fernández reivindicó este lunes distintas conquistas logradas por el sindicalismo en la Argentina, llamó a «trabajar todos juntos por esos derechos» y destacó la recuperación económica, tras «seis años muy difíciles, cuatro signados por el endeudamiento catastrófico y otros dos por la pandemia».
Alberto Fernández encabezó este mediodía el acto de asunción de las autoridades nacionales del Sindicato del Seguro y, acompañado por dirigentes de la Confederación General del Trabajo, sostuvo que «el sindicalismo que se une, favorece los derechos de quién trabaja».
La actividad se realizó este mediodía en Parque Norte de Buenos Aires, donde el jefe de Estado concurrió al acto por la renovación de los cargos del sindicato que conduce Jorge Sola.
En su discurso, realizó una defensa abierta del modelo gremial argentino y de los derechos conseguidos gracias al trabajo de una fuerte presencia de los sindicatos.
«La mejor Argentina es la Argentina que dio derechos», sostuvo Fernández, quien consideró que históricamente el país se «diferenció» con respecto al resto del mundo porque se «dieron derechos que otros no dieron».
En ese sentido, analizó que «cuando uno se acostumbra a vivir con ciertas cosas, cree que son habituales y normales en el mundo, pero eso no es así. Esto que vivimos, ciertos derechos que se han vuelto moneda corriente, como tener aguinaldo, vacaciones pagas, aportes jubilatorios, poder sindicalizarse, tener centrales obreras fuertes y unificadas, son todos derechos que no están en todo el mundo, están en Argentina».
Además, sostuvo que «el sindicalismo que se une, favorece los derechos de quien trabaja», y afirmó que la unidad de las centrales y del trabajo gremial le han permitido al país «forjar un sistema de salud único en el mundo» a través de las obras sociales.
En ese contexto, apuntó contra quienes «dicen que hay que terminar con los costos laborales, que suprimamos las indemnizaciones y que bajemos los aportes», al juzgar que «todo eso, es menos derechos para los trabajadores».
Fernández también recordó su paso, en 1989, como superintendente de Seguros, una «época signada por un país dislocado, que tenía el problema de la deuda y un problema inflacionario infinitamente mayor al actual».
El mandatario señaló que «uno verifica la importancia del seguro, en el momento más traumático» y puso como ejemplo el caso de un siniestro que, hace pocos días, afectó a una planta de Gualeguay que no contaba con protección alguna.
Debajo del escenario principal, la delegación política estuvo compuesta por la ministra de Salud, Carla Vizzotti; el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.
Además, se hicieron presentes varios dirigentes gremiales, entre ellos, Hector Daer, Pablo Moyano, Gerardo Martínez y Andrés Rodríguez.
En otro tramo de su discurso, Alberto Fernández aseguró que la Argentina «ha pasado seis años muy difíciles, cuatro signados por el endeudamiento catastrófico y otros dos por la pandemia».
«Los números dan cuenta que este año nos hemos recuperado mucho y bien y celebramos, pero con los cuidados del caso», continuó el jefe de Estado.