Alberto Fernández defendió a CFK y se cruzó con el fiscal al declarar como testigo en el caso de la obra pública

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El Presidente estuvo casi tres horas en Comodoro Py. Negó irregularidades en las obras públicas que recibió Lázaro Báez, a quien dijo que vio una solo vez en su vida en Calafate. Los detalles de la audiencia

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, declaró hoy durante casi tres horas como testigo en el juicio oral por las presuntas irregularidades en las obras públicas en Santa Cruz en el que la principal acusada es la vicepresidenta, Cristina Kirchner. El jefe de Estado defendió la gestión de la ex presidenta, criticó a la justicia por esta causa y tuvo un tenso cruce con el fiscal Diego Luciani.

“Me llama mucho la atención el sentido de esta causa porque lo que están discutiendo son cuestiones políticas no judiciables”, dijo Fernández y agregó: “Hay una suerte de fantasía de que acá se juntaban dos o tres personas y decían mandémosle plata a alguien. En los hechos es imposible que eso pasara”

El presidente de la Nación llegó a las 9:35 horas a los Tribunales de Comodoro Py. Ingresó directamente al subsuelo del edificio junto con la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, el diputado nacional Eduardo Valdés, y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. De allí se dirigió a la sala de audiencia y cinco minutos después comenzó su declaración.

Fernández fue citado por haber sido jefe de Gabinete de Cristina Kirchner cuando era presidenta de la Nación y porque en ese rol intervenía en la redistribución de partidas presupuestarias, entre ellas de la obra pública, uno de los temas que se investiga en el juicio. Ya declararon los otros ex jefes de Gabinete de Cristina Kichner (Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich, gobernador de Chaco, y Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación) y el 21 de febrero lo hará Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados de la Nación.

Como Presidente tenía la opción que le da la ley de declarar por escrito. Pero optó por ir personalmente a los tribunales, lo que se leyó como un gesto político de apoyo a Cristina Kirchner, lo que se ratificó en su declaración.

El juicio se inició en mayo de 2019 y se juzga si hubo irregularidades en la concesión de las 52 obras públicas que las empresas de Báez recibieron para Santa Cruz de 2003 a 2015 durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Entre ellas sobreprecios, la falta de terminaron de varias obras a pesar de que se pagaron en su totalidad y la falta de antecedentes de las empresas de Báez para ganar las licitaciones. Los acusados en el juicio de la obra pública son 13: Cristina Kirchner, Báez, el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López y el ex titular de Vialidad Nacional Nelson Periotti, entre otros ex funcionarios nacionales y provinciales.

“A Lázaro Báez lo vi una sola vez en mi vida y recuerdo el diálogo. El me dijo `buenos días` y yo le respondí `mucho gusto`”, recordó Fernández.El presiente arribó a los Tribunales de Comodoro PyEl presiente arribó a los Tribunales de Comodoro Py

En su declaración, el jefe de Estado desvinculó a Cristina Kichner de cualquier irregularidad en la obra pública. “Definitivamente no”, contestó cuando Alberto Berladi, abogado de Cristina Kirchner, le preguntó si los ex presidentes le pidieron beneficiar a algún empresario en particular o si supo de algún direccionamiento de la obra pública. “Definitivamente no. Ni a la provincia de santa cruz ni a ninguna otra”, fue la respuesta ante la pregunta de beneficiar con fondos a Santa Cruz. “No me consta que eso haya pasado”, fue su respuesta ante la pregunta de si el presupuesto que aprobaba el Congreso era para beneficiar a Báez.

Hay una suerte de fantasía de que acá se juntaban dos o tres personas y decían mandémosle plata a alguien. En los hechos es imposible que eso pasara. Eso es lo que me llame más las atención de este juicio. Cuando vi el procesamiento de Cristina me llamo la atención pero no se si me estoy extralimitando”, dijo Fernández y el presidente del Tribunal Oral Federal 2, Jorge Gorini, le dijo que sí y le pidió que no siga con su respuesta porque se trataba de opiniones.

En su declaración sobre cómo se elabora el presupuesto, el Presidente aseguró que “no existe ninguna norma que defina cómo se distribuye el gasto en obra pública en el Presupuesto. Es una decisión de carácter política no judiciable. Y esas decisiones que se están discutiendo en materia de Presupuesto no pueden ser arbitrarias”, ratificó.

“Definitivamente no había nunca una distribución arbitraria. En un presupuesto es muy difícil hacer eso, en todo tipo. En manera sanitaria, de salud, porque todas las provincias pelean por su parte. Los criterios de asignación tienen que ver con las necesidad de cada jurisdicción. No hay una regla que dice: a cada provincia le toca tal cantidad de dinero en función de los habitantes que tiene. No hay una regla que diga cómo se distribuye el dinero de la obra pública”, añadió.El presidente decidió declarar de forma presencial El presidente decidió declarar de forma presencial

Además, Fernández defendió la obra pública como motor de la economía: “Tengo la convicción de que la obra publica es el gran motor de la economía. Así lo pensó Néstor, así lo pensó Cristina y así lo pienso yo”.

El Presidente también señaló que el jefe de Estado no puede controlar las licitaciones de las obras ni sus pagos. “No existe ninguna posibilidad de que uno pueda conocer eso. El gobierno nacional tiene hoy 3.300 obras publicas y 100 mil viviendas en construcción. ¿Usted cree que puedo saber cada una de esos obras? El presidente no sabe cómo evoluciona cada obra. Lo que los Presidentes, lo hacia Néstor, Cristina y yo, es tener reuniones periódicas para saber los grandes temas del Ministerio”. Y dijo en otro tramo para desvincular a Cristina Kirchner: “Una vez que el presupuesto es aprobado es responsabilidad de cada ministro de su ejecución, no del presidente”.

Después de las preguntas de las defensas fue el turno del fiscal Luciani y allí se vivieron los momentos más tensos del juicio. Primero porque el fiscal y Fernández tuvieron un cruce y porque Luciani y las defensas se enfrentaron por las preguntas, lo que obligó a que el Presidente en un momento tuvo que salir de la sala para no presenciar la discusión.

El cruce con el fiscal se dio cuando le mostró una planilla anexa del un presupuesto de la ruta nacional 288. Luciani quería tener detalles de esa obra y de ese presupuesto. Y tuvieron el siguiente diálogo tenso.

Fernández: A mi me da impresión que meno me esuchó bien

Luciani: Lo escuché bien

Fernández: Entonces tiene un problema de compresión

Luciani: No me falta el respecto

El juez Gorini intervino para que la tensión no escale y luego Fernández dijo que no quería faltarle el respeto sino ser descriptivo. “No tengo la menor idea. No se qué quiere que le diga. Es como si me preguntara por cualquier otra obra, no puedo recordarlo”, contestó el Presidente.

El fiscal hizo más preguntas sobre la elaboración del presupuesto y la resignación de partidas presupuestarias. Cansado de preguntas similares, el Presidente le respondió: “Estimado fiscal, vuelvo a repetirle por enésima vez. Las adjudicaciones, el desarrollo de obra publica no compete al presidente o al jefe de gabinete”La sala de audiencias de los tribunales de Comodoro Py en la que declarará Alberto Fernández (Foto: Franco Fafasuli)La sala de audiencias de los tribunales de Comodoro Py en la que declarará Alberto Fernández (Foto: Franco Fafasuli)

Otro momento de tensión fue cuando Luciani le hizo mención a una entrevista que dio en la que recordó que cuando renunció le dijo a Cristina Kirchner que revise lo que pasaba en la obra pública en Santa Cruz. “No recuerdo la nota. Pero es posible que le haya dicho eso porque había una acción mediata muy clara tendiente a generar el debate que estamos viviendo hoy aquí”, respondió. El fiscal quiso repreguntar y las defensas lo objetaron. Señalaron que lo que Fernández haya dicho públicamente no es lo que se juzga en el juicio.

El fiscal insistió en su pregunta, dijo que quería pasar el audio y para fundamentarla pidió que el testigo salga de la sala de audiencias. Fernández se retiró. Luego lo hicieron los jueces para deliberar. Por mayoría, los jueces Gorini y Andrés Basso rechazaron la pregunta del fiscal. El camarista Rodrigo Giménez Uriburu entendió que la pregunta era pertinente.

El fiscal le preguntó si conocía a Báez. “Voy a tratar de ser lo mas explicito posible. No conozco a Báez. Lo cruce una vez en Calafate y recuerdo el dialogo. Me dijo `buenos días` y le contesté `mucho gusto`. Néstor estaba terminando de hacer su casa y conocí a Báez en el parque porque estaba haciendo una obra. Esto fue 2003, 2004, no tengo idea”, respondió.

Visiblemente molesto, ante una consulta sobre las presuntas relaciones comerciales que mantenían los Kirchner con Báez, Fernández reiteró: “No lo conozco a Lázaro Báez, no sé qué hace de su vida, no sé qué empresas tiene, no sé qué vínculos tiene con gente; no lo sé”.

Un párrafo de la declaración de Fernández fue destinado, sin nombrarlo al gobierno de Mauricio Macri. “Otros creen que es mejor que las casas las hagan los privados y la financien los banco privados. Nosotros creemos que el estado tiene que estar presente”, dijo.Cristina Kirchner en una de las primeras audiencias del juicio oral (Reuters)Cristina Kirchner en una de las primeras audiencias del juicio oral (Reuters)

A las 12:25 terminó la declaración. El Presidente saludó a cada uno de los jueces y a los secretarios del tribunal. Solo ellos estuvieron en la sala. El resto de las partes siguió la audiencia por videoconferencia. Desde el subsuelo del edificio, Fernández se fue de Comodoro Py.Esta fue la primera vez que un Presidente declaró como testigo en un juicio oral en el que la principal imputada es su vice.

Alberto Fernández fue propuesto como testigo en 2018 por las defensas de Cristina Kirchner, de Báez y de De Vido. Entonces, todavía no había sido proclamado como candidato a presidente con Cristina Kirchner en la fórmula. Eso ocurrió en mayo de 2019. Y el 2 de diciembre de ese año, Cristina, ya electa vicepresidenta, declaró en el juicio oral hizo referencia a Fernández.

“En el año 1994 se introduce la figura del jefe de gabinete, el responsable de la ejecución del presupuesto, sin embargo acá no está citado ningún jefe de gabinete y no digo que tengan que estar acá. El que ejecuta el presupuesto es el jefe de gabinete, no el presidente o presidenta de la nación. Si es así, van a tener que citar al presidente de la República, que fue jefe de gabinete de 2003 a 2008″, había dicho entonces Cristina Kirchner.

La última vez que Alberto Fernández estuvo en Comodoro Py fue el 10 de julio de 2019. Ya candidato a Presidente el juez Claudio Bonadio lo citó para declarar como testigo en la causa por la firma del memorándum de entendimiento con Irán en el que también estaba acusada Cristina Kirchner y luego fue sobreseída.

Tras la declaración del Presidente el juicio -este es su cuarto año- seguirá con la de Massa -el próximo lunes a las 9:30 horas por videoconfeencia- y con la de Javier Iguacel, ex director de Vialidad Nacional durante el gobierno de Mauricio Macri y quien hizo la denuncia en 2016 que originó la causa que se está juzgando. Luego quedan otros testigos. Cerca de una treintena. Cuando finalicen vendrá la etapa de alegatos con los pedidos de pena y de absolución para terminar después con el veredicto. La expectativa es si el juicio terminará este año o el que viene. 2023 es año de elecciones presidenciales.

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