La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se retiró como diputada nacional en 2019, se postuló como precandidata a presidenta en 2023 y se bajó para ser candidata al Parlasur, el organismo internacional cuyo cierre militó.
La siempre presente Elisa “Lilita” Carrió amagó con su retiro de la vida política en varias ocasiones, hasta que la derrota de Mauricio Macri en 2019 indicó que era el momento. En aquel entonces, no dejó pasar ni un día y fue junto a su hijo Ignacio hasta la Casa Rosada para despedirse del por entonces aliado.
Luego se distanció con críticas a su gobierno, se reconcilió y se volvió a distanciar. Le pidió a sus seguidores que no estuvieran tristes por su retiro, los bendijo con su presencia espiritual, sus anuales pasadas por sets televisivos para dinamitar a cuantos se le pusieran en el centro de su camino.
Pero fiel a su estilo, hermético y cuasi rupturista, estos últimos meses Carrió enfrentó a todos y a todo con tal de mantener su poder en el Congreso y condicionar al gobierno que venga, en caso de que Juntos por el Cambio resulte victorioso, lanzándose a la candidatura presidencial.
A las 23.00 del sábado 24 de junio, día en que se cerraron las listas, aún parecía que se presentaría, pese a que sus legisladores habían logrado buenos lugares en las listas. Alfonso Prat Gay sería su candidato a vice, según reveló días después, pero de buenas a primeras decidió estampar su firma para ser legisladora del Parlasur.
Este organismo está compuesto por 186 miembros, de los cuales 43 corresponden a la Argentina, con una labor invisible y sin demasiada razón de ser. Cada uno de sus miembros percibe una dieta mensual de varios miles de dólares, que Carrió prometió destinar al hospital Garrahan.
Sin embargo, lo que generó ruido es que en 2015, junto a la ex esposa de Eduardo Costa, Mariana Zuvic, y el procesado Fabián Rodríguez Simón, “Lilita” pedía el fin de los privilegios en el Parlasur.
El organismo internacional le demanda a Argentina unos 5.000 millones de pesos al año. Divido por los 43 representantes argentinos y doce meses de actividad, el costo mensual por diputado asciende a 9.689.922 pesos. Al cambio actual, son algo así como 19.775 dólares por mes.
Hoy esa lucha parece haber quedado en el olvido y su despedida parece haber iniciado una nueva temporada.