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Se denomina “Declaración de Güemes”, por la localidad donde se hizo la cumbre de los 10 mandatarios del Norte Grande, en defensa del rol del Estado para garantizar derechos en cuestiones básicas.
Tal como se anticipó, los 10 gobernadores del Norte Grande Argentino firmaron este domingo una declaración política en la localidad de Güemes, provincia de Salta, donde suscribieron además un crédito con fondos chinos, por 2.500 millones de dólares, para la generación de energía limpia.
Además de los provincialistas Oscar Herrera Ahuad de Misiones y Gustavo Sanz de Salta (anfitrión de sus pares de la región), no dudaron en acompañar la proclama los radicales Gerardo Morales de Jujuy y Gustavo Valdés. Lo hicieron con los peronistas Raúl Jalil (Catamarca); Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y presidente pro tempore; Gildo Insfrán (Formosa); Ricardo Quintela (La Rioja); Jorge Capitanich (Chaco) y Juan Manzur (Tucumán).
Fue un documento dirigido al candidato más votado de las PASO, Javier Milei, aunque sin mencionarlo, a partir de sus anuncios de posibles medidas gubernamentales que atacarán el gasto estatal y los servicios esenciales como salud, educación, obras públicas, entre otras.
En ese sentido, los mandatarios declararon:
• Que asumen el irrestricto compromiso de defensa de la obra pública en el interior del país, que deberá financiarse con recursos nacionales, provinciales y municipales, con la finalidad de derribar las asimetrías e injusticias históricas a las que fueron sometidas las Provincias del Norte Argentino.
• Que la inversión pública y los planes de obras públicas en particular, especialmente la construcción de escuelas, viviendas, hospitales, rutas, conectividad y la infraestructura productiva resultan un elemento imprescindible del desarrollo social y económico de nuestras comunidades, y una mejora sustantiva de la condiciones de vida de sus habitantes.
• Que la obra pública llevada adelante desde los distintos niveles de gobierno, impactan positivamente en la creación de puestos de trabajo registrado, en el arraigo territorial de los habitantes del interior del país y en la mejora de la productividad y competitividad de los sectores productivos.
• Que la inversión en obra pública implica la mejora del desarrollo de proveedores locales, el agregado de valor en origen, el desarrollo de la minería y las energías renovables, la sustentabilidad de los medios de producción y el fomento de las exportaciones desde las economías regionales, que permiten fortalecer la generación de divisas para el país.
• Que corresponde exhortar a los distintos candidatos que se someten al voto de los ciudadanos, que adopten en sus propuestas de gobierno, la defensa de las políticas públicas vinculadas a la inversión en obra pública para lograr de manera definitiva un verdadero federalismo y un desarrollo equitativo de todas las provincias argentinas.
En su discurso, en nombre de los gobernadores, el salteño Sanz sostuvo que “hoy, en Güemes, firmamos una declaración donde les decimos que no vamos a renunciar ninguno de los gobernadores aquí presentes, sea del partido que sea, a ninguno de los derechos que nos corresponden y que conseguimos con mucho esfuerzo para nuestros pueblos”.
“No pueden seguir existiendo dos países, con argentinos de primera y otros de segunda, con una mente centralista para que las manos mágicas resuelven los problemas de las obras públicas, de la salud pública, del agua, el saneamiento, el gas. Si el Estado no está presente, ¿se imaginan a algún privado viniendo a invertir para que las comunidades originarias tengan agua? ¿Se imaginan a algún privado invirtiendo en una escuela privada en los parajes lejanos? ¿Ustedes se imaginan a la salud pública con los privados encargándose de eso? Saben lo que hemos sufrido y, si hay algo que nos unió a estos gobernadores, fue la pandemia que dejó al descubierto estas dos argentinas: con argentinos de primera y otros de segunda”, sentenció Gustavo Sanz.
Además, abogó por un próximo gobierno de unidad política y puso como ejemplo al Norte Grande, donde hay mandatarios de varios sectores políticos.
“La única forma de salir adelante es trabajando todos juntos, revirtiendo las asimetrías históricas que tiene el Norte Grande. Este es un claro ejemplo de unidad nacional, somos 10 gobernadores del NEA y NOA de distintos partidos políticos, de distintas ideologías o banderías pero sin mezquindades, egoísmos, odios o rencores. Trabajamos todos juntos: Frente de Todos, frentes provinciales, Juntos por el Cambio para los que realmente lo necesitan, que son nuestra gente, que tienen los mismos problemas y necesidades. Celebro que hoy estén Gerardo Morales, Gustavo Valdés y todos los compañeros y amigos que hemos trabajado durante cuatro años de manera conjunta, dando un ejemplo claro a la dirigencia nacional de que se puede, que trabajar juntos nos lleva a soluciones”, aseguró el mandatario.
“Limitar o suprimir el financiamiento nacional de la obra pública traerá perjuicios de enormes”
En las consideraciones de la Declaración de Güemes, los gobernadores del Norte Grande comenzaron observando que “en el marco de la campaña electoral presente distintos candidatos han realizado anuncios y propuestas en el sentido de reducir, limitar y cancelar los planes de desarrollo de la infraestructura y servicios a la población y discontinuar la realización de obras públicas esenciales en nuestras provincias, sosteniendo que esas inversiones deben ser asumidas por el sector privado”.
“Observamos con enorme preocupación propuestas que insisten en paralizar o suspender la ejecución de proyectos de obras públicas con financiamiento nacional en desarrollo en las provincias argentinas siendo esenciales para mejorar la calidad de vida y brindar competitividad a los sistemas productivos regionales, agregaron sin mencionar a Javier Milei.
Además, consideraron que “es necesario poner en conocimiento de la ciudadanía y del conjunto de los candidatos a cargos públicos en el orden nacional, provincial y municipal, que la decisión de limitar o suprimir el financiamiento de la obra pública nacional en las jurisdicciones provinciales traerá perjuicios de enormes proporciones para sus habitantes, generando desempleo, caída de la actividad económica, conflictos sociales, destrucción de pequeñas y medianas empresas contratistas y proveedoras y la pérdida de los beneficios colectivos, sociales, educativos y de transporte que han originado las citadas obras”.
Finalmente, recordaron que “la experiencia histórica indica que el sector privado en los países emergentes como es el caso de nuestro país, no compromete sus recursos en inversiones de obras y servicios públicos que cuentan con largos plazos de amortización y bajas tasas de retorno”.
