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El mega DNU que declara “la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social hasta el 31 de diciembre de 2025″, también conocido como “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, dejará sin protección a los usuarios de tarjetas de crédito.
El artículo 14 del decreto de necesidad y urgencia impulsado por Javier Milei deroga catorce artículos de la ley 25.065, sobre las normas de tarjetas de crédito, dejando ingresar más competidores al mercado a través de una desregulación del sector, y levanta el impedimento por el que las entidades financieras puedan acceder a los “antecedentes financieros personales” del usuario.
De avanzar el DNU, la información pasaría a ser de dominio público sin resguardo del derecho a la privacidad. Sin embargo, uno de los puntos que más impacto generará entre los potenciales portadores de tarjetas de crédito es la desprotección en la que se verán envueltos, incluso aquellos que ya poseen las mismas, dado que desregula el inicio del contrato entre la entidad emisora y el usuario financiero.
De esta forma, la entidad emisora podría comenzar a cobrar cargos y comisiones desde antes de que el usuario habilite la tarjeta, e incluso antes de recibir el plástico. Es que los cambios promovidos por el DNU de Javier Milei dan inicio al contrato entre las partes ni bien se acepta la oferta, que puede ser personal, telefónica o virtual.
Al mismo tiempo, el usuario se ve impedido, de aprobarse esta normativa, de negociar el contenido del contrato, ya que el mismo lo predispone libremente la empresa o banco emisor. Para ello se elimina el control de cláusulas abusivas previstas por la ley vigente, en el que se realizaba un control administrativo previo y otro judicial para dar curso a reclamos del consumidor.
De esta forma, la entidades podrán incluir en los contratos de tarjetas de crédito cláusulas abusivas, vulnerando los derechos de los portadores que solo podrán reclamar por las mismas vía judicial. Entre ellos se incluye también el límite de los intereses punitorios, que para la ley vigente no pueden superar el 50 por ciento, pero que el DNU dejará liberado a cada entidad.
Mientras el DNU avanza lentamente en el Congreso Nacional, su mentor Federico Sturzenegger pasa algunos días de descanso en las playas de Cariló. A la par, la preocupación de los argentinos aumenta entre los usuarios de tarjetas de crédito, más aún cuando estos plásticos se han convertido en un instrumento fundamental para hacerle frente a los elevados índices inflacionarios.
