La ministra de Economía llega este miércoles tras su visita a Washington. Con Sergio Massa en el centro, en la Casa Rosada crecen las versiones sobre nuevos movimientos en el Ejecutivo.
Salvando las distancias, en el Gobierno de Alberto Fernández se viven horas de incertidumbre y hermetismo similares a las que se vivieron el fin de semana en el que Martín Guzmán decidió abandonar el Ministerio de Economía. A la espera de que Silvina Batakis regrese al país tras su visita a Washington, crecen en el Frente de Todos las versiones sobre posibles nuevos cambios de Gabinete. También crecen la tensión y la inquietud entre los funcionarios.
La nueva ministra de Economía volverá a la Argentina este miércoles antes del mediodía. Durante su estadía en Estados Unidos, compartió encuentros con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el director general de Operaciones del Banco Mundial, Axel Von Trotsenburg, y con directivos de compañías que cotizan en Wall Street. Batakis intentó dejar un mensaje claro: la Argentina cumplirá con las metas fiscales acordadas y ella, como ministra, cuenta con el respaldo de Cristina Kirchner.
En el sector K confirman: la ministra no se mueve sola, las medidas que analiza y los gestos que realiza son consultados con la Vicepresidenta, o al menos la titular del Senado fue puesta al tanto. Pero, con el argumento de que se trata de un gesto de prudencia, no hubo hasta ahora pronunciamiento explícito y público de Cristina Kirchner sobre la nueva gestión económica.
En el país, a la nueva ministra le espera un escenario económico que, pese a las señales de cierto alivio cambiario, se mantiene inestable y un terreno político movedizo. En la Casa Rosada resurgieron versiones sobre un nuevo cambio de Gabinete, con el nombre de Sergio Massa, otra vez, a la cabeza. Sin embargo, algunos funcionarios hablan de “operaciones” y no se esperaban definiciones antes de que Batakis esté instalada en territorio nacional.
Incertidumbre en Casa Rosada: posibles cambios de gabinete y acusaciones de operaciones
Que a principios de julio, tras la salida de Guzmán, Sergio Massa estuvo cerca de convertirse en la cabeza de un nuevo gabinete es un hecho. Esa posibilidad se diluyó al final: Alberto Fernández decidió, luego de llamar a Cristina Kirchner, que el único cambio sería el nombramiento de Silvina Batakis. En el massismo y en buena parte del Frente de Todos quedó “gusto a poco”.
Las versiones que dejaron circular en el Gobierno en las últimas horas volvían a poner al líder del Frente Renovador como jefe de Gabinete, puesto que hoy ocupa el tucumano Juan Manzur, o como coordinador o jefe del área económica del Ejecutivo.
“No hay detalles de los cambios, pero lo que circula tiene olor a Massa. Yo sería prudente al respecto”, indicaban en el sector que responde a la Vicepresidenta.
“Para que quede claro, sabemos de las versiones, pero nadie habló con Sergio”, señalaban cerca del presidente de la Cámara de Diputados, donde buscaban despegarse de cualquier “rumor” que haya surgido en el Gobierno.
Vale recordar que el líder del Frente Renovador salió debilitado de aquel fin de semana en que estuvo cerca de convertirse en el funcionario más poderoso del Gabinete. En el Ejecutivo intentaban cuidarse, además, de hacer más “preanuncios” que después no se concreten.
Este martes, Alberto Fernández encabezó un acto en Chapadmalal, acompañado por buena parte de sus ministros, entre ellos Santiago Cafiero (Cancillería), Daniel Scioli (Desarrollo Productivo) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social), y por el jefe de Gabinete, Juan Manzur.
Cerca del gobernador tucumano (con pedido de licencia), donde también estaban al tanto de las “versiones”, indicaban que no estaba previsto que Manzur dejara el Ejecutivo para volver a la provincia, pero advertían -con términos mucho menos elegantes- que Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se caracterizan por ser muy predecibles en estos temas.
En el Ministerio del Interior, que comanda Eduardo “Wado” de Pedro, señalaban que el puesto del ministro más cercano a Cristina Kirchner no estaba en duda y tampoco había un “clamor K” por nuevos cambios de Gabinete.
“Está lleno de versiones, y las escuchamos. Pero no hay nada concreto todavía. Antes los condicionamientos eran sobre el rumbo económico y fundamentalmente sobre Guzmán. Ahora no tenemos cuestionamientos de nombres, sino mucha preocupación sobre la marcha del Gobierno, el dólar, la inflación. No es una cuestión de cambios de nombres. Por ahora, Silvina Batakis tiene respaldo”, advertían.